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El hecho de que se les pague incentivos económicos a los docentes del Ministerio de Educación Pública (MEP) para que laboren en zonas rurales no es suficiente para retenerlos en el puesto.
Así lo aseguró la profesora de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica (UCR), Valeria Lentini.
La investigadora presentó los resultados de su estudio a través de un artículo publicado en la revista Economic Analysis Policy, en donde destaca que combinar la parte financiera con otro tipo de apoyos puede incrementar en más de 30% la permanencia de los maestros es los sectores más vulnerables.
De acuerdo con el texto, se puede incentivar el trabajo de los docentes con recursos pedagógicos adecuados o la posibilidad de colaborar con colegas experimentados. La investigación encontró, además, que elementos como las largas distancias y la mala infraestructura desmotivan a los educadores.
Lentini afirma que en muchos casos los profesores prefieren laborar cerca de donde crecieron, mientras que las áreas rurales y más remotas no suelen producir graduados universitarios o de escuelas normales (de maestros) que quieran permanecer allí.
Por su parte, Yanira Xirinachs, directora de la Escuela de Economía, asegura que “se requiere dar un paso más allá para retener a los docentes. Analizar el sistema de reclutamiento que maneja en estos momentos el MEP para incentivar a través de otros elementos no pecuniarios (monetarios) la permanencia de estos docentes en las zonas más vulnerables del país que permitan aumentar la calidad de la educación”, manifestó.
Según indican, que los profesores tengan que hacer sacrificios familiares y profesionales los empuja a mudarse rápidamente, lo que reduce la posibilidad de estrechar la brecha educativa que afecta de manera directa la movilidad social del estudiantado.
“La evidencia empírica revela que los docentes son el insumo educativo más importante a la hora de explicar las diferencias en el desempeño estudiantil del país”, dice el análisis.
No obstante, debido a estos factores, los puestos en zonas rurales o desfavorecidas son tomados por docentes jóvenes o con menos experiencia, “quienes a menudo ven estas posiciones como temporales, antes de trasladarse a áreas más favorables”, se agrega.