Un incendio de grandes dimensiones dejó pérdidas económicas que se estiman en ¢1.000 millones en una bodega de Muelle en Florencia, 400 metros al noroeste de la subasta ganadera en San Carlos.
Según testigos, el siniestro inició al mediodía de este jueves en la estructura de Importaciones El Faraón, donde se almacenan útiles escolares y mercadería para el hogar.
La situación que causó la emergencia apenas es indagada por personal del Cuerpo de Bomberos, pero lo cierto es que todo ardió en minutos, las llamas tomaron fuerza y el fuego se propagó a una soda, una vivienda y dos departamentos.
Precisamente la rápida acción de los socorristas permitió controlar el incendio y evitaron que se propagara aún más.
“Fuimos alertados sobre una bodega que alberga material para librería, entonces el menaje que ella tiene es bastante, la carga de fuego es bastante y se tardó una hora en controlar el fuego”, dijo Gilbert Vargas, jefe de Bomberos.
Al final la bodega de 300 metros cuadrados fue consumida en su totalidad y según el copropietario Andrey Acuña las pérdidas son millonarias.
“Realmente no sabemos qué pasó, estábamos en la hora del almuerzo y no había nadie en la bodega, es un local de mercadería para el hogar, teníamos zapatos y cuadernos.
Se perdió bastante, pérdidas por más de mil millones de colones, había un seguro, hay que echar para adelante y con cabeza fría ver qué decisión tomamos”, sostuvo.
Las autoridades debieron evacuar a varias personas, principalmente para que no se vieran afectadas por el humo; de hecho, la Cruz Roja confirmó que atendieron a 2 bomberos y 4 civiles. A uno de los rescatistas lo remitieron al Hospital San Carlos.
“Es un incidente complejo por la zona y los curiosos para mantenerlos fuera del perímetro, en total 6 pacientes se atendieron, entre ellos 2 bomberos y el resto son civiles que por inhalación de humo requirieron asistencia”, adujo Gabriel Quirós, de la benemérita.
CASA Y DEPARTAMENTOS
Aparte de la bodega, las llamas dañaron parcialmente una soda, una vivienda y dos departamentos.
“Simplemente salía humo y sacamos las pertenencias de mi hermano, no había nadie en la casa porque mi hermano trabaja en Guanacaste y viene cada 15 días”, manifestó Roxana Rodríguez Retana, pariente del dueño de la casa quemada.
“Yo iba a almorzar cuando una vecina dijo que había fuego, al salir con mangueras ya había avanzado, en los apartamentos si acaso unos 10 metros se quemaron, la gente y todo salió ileso gracias a Dios”, acotó Kelvin González, hijo del dueño de los apartamentos.
A causa del incendio se vio afectado también el servicio telefónico, internet, televisión por cable y el fluido eléctrico, en la zona se formaron largas filas de vehículos, ya que la vía tuvo que ser cerrada mientras se atendía la emergencia.
A raíz de la emergencia todo el pueblo se puso las pilas para ayudar a las autoridades de rescate.
Pese a que el fuego fue controlado, las labores de los bomberos para apagar por completo las llamas y hacer el trabajo de escombreo se extendieron hasta la noche.