La bancada del Frente Amplio (FA) presentó un proyecto para eliminar las pensiones de los ex presidentes de la República.
El texto, que ya se encuentra en corriente legislativa, pretende suspender las pensiones ya otorgadas cuando las personas beneficiarias actuales perciban otros ingresos superiores a 3 salarios base (1.386.600 colones, considerando el salario base para el año 2021).
Jonathan Acuña, impulsor de la propuesta, afirma que dicho Régimen de Pensiones beneficia a una cantidad muy limitada de personas y genera una erogación significativa con cargo al Presupuesto de la República.
Al año 2016, el Régimen en cuestión solo tenía 11 personas beneficiarias, y en total generó un gasto presupuestado por casi ¢518 millones.
Más aún, si se observa el gasto presupuestado entre 2007 y 2021 para atender estas pensiones, en promedio se presupuestó un gasto de ¢420 millones por año, para una suma total de gasto de ¢6.293 millones en el periodo antes mencionado.
Por otra parte, el texto de ley plantea que la erogación se suspendería si el beneficiario recibe otras pensiones contributivas (CCSS, Magisterio o Poder Judicial) o ingresos mayores al límite permitido.
El régimen de pensiones de expresidentes existe desde 1939.
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