Una iniciativa de ley busca que el idioma inglés sea la segunda lengua oficial a nivel país.
Incluso, la idea es que tanto la enseñanza como la difusión del inglés tenga rango constitucional.
La propuesta es impulsada por la diputada de Liberación Nacional (PLN) Andrea Álvarez Marín.
Así, la verdiblanca pretende modificar el artículo 76 de la Constitución Política para que el castellano continúe siendo la lengua oficial de Costa Rica, no obstante, el inglés se “promoverá y adoptará como segundo idioma de uso nacional según los parámetros de implementación que se desarrollarán por ley especial”.
Además, el Estado velará por el mantenimiento y cultivo de las lenguas indígenas nacionales.
“No se trata de promover el uso del inglés como segunda lengua oficial, sino facilitar las ventajas de un mundo globalizado, en razón no solo de nuestra posición geográfica sino en atención a la condición del inglés como la lengua más universal o de uso más generalizado a nivel global”, detalla el texto.
“Elevado a rango constitucional, el bilingüismo se convierte en un derecho para la ciudadanía que puede ser exigido incluso por medios jurídicos en términos de igualdad y proporcionalidad y progresividad. Esta condición constituirá un fuerte aliciente para ir superando la odiosa brecha que cada vez más se crea entre la educación pública y privada, que en este tema del dominio de un idioma extranjero es particularmente evidente”, agrega Álvarez.
FALENCIAS
En materia de aprendizaje del inglés, Costa Rica tiene serias deficiencias.
En 2019, la prueba diagnóstica voluntaria de la Universidad de Costa Rica (UCR) aplicada a docentes de preescolar reveló que el 61% obtuvo un nivel A2 (elemental). Dicha “nota” es menor al mínimo exigido. La situación, sin duda alguna, recae en los estudiantes.
De acuerdo con las pruebas del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL), el 64% de los estudiantes de quinto año de colegio obtuvieron notas de principiante y elemental (A1 y A2).
Los estudiantes que se encuentran en esta categoría proceden mayoritariamente de colegios nocturnos y Centros Integrados de Educación de Adultos (Cindeas).
Incluso, se estima que los estudiantes llegarían a un nivel idóneo en escritura y conversación en el año 2040.
Además se da una brecha entre los sectores urbanos de San José, con 91% de alcance, frente a 8% de zonas rurales.
“La carencia del inglés es tristemente un fenómeno al que no se le ha dado la magnitud e importancia que requiere. Debe de haber un replanteamiento sobre la forma en que se enseña, porque es evidente que desde hace casi tres décadas los programas son los mismos y no se ha avanzado hacia lo que parece ser un sueño: un país bilingüe”, indicó Beatriz Ramírez, presidenta de la Asociación de Centros Educativos Privados (ACEP).