El Poder Ejecutivo envió ayer a la Asamblea Legislativa para su aprobación el proyecto denominado “Ley de Fecundación In Vitro y Transferencia de Embriones Humanos”, en el que propone, entre otros, la fecundación de hasta 12 óvulos e implantar un máximo de tres embriones.
En el artículo 14 se indica, “la cantidad máxima de ovocitos sometidos a inducción de fertilización será de hasta 12. Los embriones fecundados y no transferidos podrán ser criopreservados o vitrificados para uso de las personas que serán sometidas a la técnica por un período de cinco años, prorrogable hasta un máximo de 10 (…) vencido el plazo, los embriones crioconservados o vitrificados podrán ser donados para adopción con fines reproductivos”.
Por su parte, el artículo 15 de la propuesta plantea que “se autoriza la transferencia de hasta dos embriones en la mujer por cada ciclo reproductivo, quedando a criterio médico los casos calificados por edad reproductiva avanzada y el estadio embrionario, la transferencia de hasta un máximo de tres”. En la iniciativa fue firmada por la mandataria, Laura Chinchilla y la ministra de Salud, Daisy Corrales. Con este planteamiento el Gobierno busca cumplir con una de las exigencias emitidas tras sentencia emitida por Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que obligó a Costa Rica a tomar las acciones para la implementación, en el corto plazo, de la Fertilización In Vitro (FIV).
RIGUROSIDAD TÉCNICA Y OPTIMISMO
La presidenta de la República, Laura Chinchilla, manifestó que “el proyecto tiene garantías de rigurosidad técnica, es decir, participaron personas que aportaron lo mejor de sí para redactar el proyecto, pero también se consultó con diferentes sectores y así poder recoger algunas preocupaciones en un esfuerzo inicial de procurar un mayor consenso”.
Por su parte, la ministra de Salud, Daisy Corrales, añadió que “se han considerado aspectos que en gran momento han sido mayoría. Hay una línea intermedia en donde se cumple lo que establece la sentencia de la CIDH y además insertos de valores e ideas de quienes participamos”.
Boris Molina, representante de las parejas que mandaron al país ante el CIDH, aseguró que “estoy muy optimista. Me parece que el proyecto logra captar lo que los expertos quisimos que se estableciera allí. Quizás el artículo 14 excede a lo que, como defensores de las víctimas queríamos, porque quedaría una población crioconservada que podría superar a la población viva al cabo de unos años. Para nosotros lo más que se podrían fecundar son seis óvulos en implantar un máximo de tres”.