Cartago.- Como es costumbre, cada 2 de agosto, la Iglesia Católica aprovecha la Santa Eucaristía para levantar la voz ante las principales preocupaciones que atentan contra la sociedad, y este año tampoco fue la excepción.
La Iglesia Católica encaró a los miembros de los Supremos Poderes que estuvieron presentes en la celebración religiosa conmemorativa para la Virgen de los Ángeles, con el fin de cuestionar el despilfarro de los recursos del Estado costarricense, como los “privilegios escandalosos” que reciben algunos funcionarios, entre ellos, salarios altos, pensiones de lujo o el pago de anualidades.
Monseñor José Manuel Garita, obispo de Ciudad Quesada, se encargó de transmitir el mensaje ante los miles de feligreses que se acercaron a la explanada de la Basílica de los Ángeles, quienes se mantuvieron atentos al discurso.
IDENTIFICADOS CON MENSAJE
El público presente se sintió tan identificado con lo expuesto por el líder religioso que, al finalizar la homilía, la cual tardó 25 minutos, comenzó a ovacionarlo ante la mirada del presidente Carlos Alvarado, la primera dama, Claudia Dobles, y demás miembros del gabinete presidencial.
“Queremos hacer eco del valor fundamental de la dignidad de la persona humana y de las situaciones que nos preocupan, y que atentan contra ella, como pueden ser el odio y la división, la intolerancia y la discriminación, la corrupción, los privilegios escandalosos de unos pocos -llámense salarios y pensiones de lujo, pluses, anualidades o como sea-, el exceso o defecto de autoridad para desestimar o encubrir situaciones graves en el ejercicio de la función pública”, afirmó.
Y continuó mencionando: “La ideologización de la educación, la falta de control en el gasto público, el desempleo, el rezago de la infraestructura, ejemplo el eterno y costosísimo proyecto de la carretera a San Carlos, la drogadicción y el narcotráfico”.
Durante el mensaje que se proporcionó a los fieles católicos, la Iglesia aseguró que continuará con su misión de proteger y promover la dignidad integral de la persona humana, por lo que el obispo de Ciudad Quesada manifestó que “se equivocan quienes creen que la misión de la Iglesia se encierra en cuatro paredes o en una sacristía”, como algunos quieren hacer ver dentro de la sociedad costarricense.
CRECIENTE DESIGUALDAD
Uno de los puntos más álgidos de la homilía de este 2 de agosto consistió en el momento cuando el religioso mencionó la creciente desigualdad entre los que más tienen y los que menos tienen, a lo largo del territorio nacional. Garita utilizó datos del reciente informe del Programa Estado de la Nación, el cual resume que más de 307 mil hogares en Costa Rica están sumidos en la pobreza. Además, 1,1 millones de personas carecen de recursos para sus necesidades mínimas.
Con el fin de contrarrestar esa desigualdad, Monseñor Garita abogó por “una reforma fiscal equitativa y solidaria, y de que es hora de acabar también con los privilegios escandalosos de una inmensa mayoría. Que la Madre de Dios nos brinde la luz de su Hijo para atacar todo brote de corrupción y mentira”.
La Iglesia Católica enfatizó que no pueden callar las injusticias del orden económico, político y social y que, si lo hiciera, sería cómplice con el que se margina y duerme un conformismo enfermizo y pecaminoso.
“Es hora de que en Costa Rica volvamos los ojos hacia los más pobres y se acabe con tanta desigualdad”.
EXPRESIONES VERGONZOSAS
Durante el mensaje que dio la Iglesia Católica en la eucaristía, Monseñor Garita comentó que se podrá actuar con rectitud y justicia para luchar con valentía contra la cultura de la muerte que lleva consigo el irrespeto por la vida y la dignidad de la persona.
El obispo de Ciudad Quesada reprochó cuatro expresiones que calificó como vergonzosas en la sociedad costarricense: la promoción del aborto, los muertos por accidentes en carreteras, los homicidios y la ola creciente de la violencia contra las mujeres.
La Iglesia solicitó promover una cultura de paz y seguridad como respuesta a la violencia desmedida y la epidemia de homicidios y femicidios que golpean el país. También urgió a fortalecer la familia, tal y como Dios concibió, por medio de un matrimonio entre el hombre y la mujer, aparte de respetar la vida desde la fecundación.
CRISIS MIGRATORIA EN NICARAGUA
Otro aspecto abordado en la Santa Eucaristía fue la situación que vive Nicaragua producto de las constantes manifestaciones contra el gobierno de Daniel Ortega. Producto de esa situación, muchos pinoleros están buscando oportunidades en Costa Rica y cada vez más hay una mayor migración en el territorio nacional.
Sobre esta realidad, la Iglesia Católica pidió a las autoridades elaborar una estrategia migratoria que responda a las consecuencias de la grave crisis nicaragüense.
Durante la actividad religiosa, más de 90 personas viajaron desde Panamá para participar en las celebraciones para recordar el hallazgo de la Virgen de los Ángeles.