La Iglesia Colonial de Orosi en Cartago está en riesgo inminente de colapso. Mediante conferencia de prensa, el párroco, Jorge Eddy Solórzano, y el equipo técnico del Departamento de Patrimonio, así como del Instituto Costarricense de Electricidad advirtieron sobre el peligro que corre el inmueble por falta de intervención.
Parte de la madera del techo, el coro principal y otros sectores está reventada, las paredes agrietadas, además, se presenta una inclinación del templo y el campanario hacia el sector norte.
Otros muros trabajan a tensión por ser de adobe. Igualmente, se está compresionando la cara externa de la estructura y tensionando la interna de las columnas, las cuales tienen un desplome de entre 5 a 7,5 centímetros.
A lo anterior, hay que sumar otros elementos que están afectando el templo construido en 1743 como el peso de las tejas, la humedad y la inestabilidad del suelo.
También preocupa el tema eléctrico, ya que parte del tendido se encuentra obsoleto y algunos cables están expuestos.
A todo lo anterior se debe añadir la importante presencia de pericos y murciélagos.
Ambas especies han hecho nidos en varios lugares del techo y el Museo de Arte Religioso San José, así como el campanario. Sus residuos están afectando tanto el inmueble, como las imágenes sacras de más de 200 años que vinieron de Guatemala.
“Si no se interviene va a entrar en estado crítico. Tenemos maderas dañadas, dentro del tejado hay huecos, el sistema eléctrico es obsoleto, por lo que ante un cortocircuito estamos seguros de que la estructura colapsaría. Todo está cediendo aceleradamente, hay un desgaste profundo. Estamos arriesgándonos a incendios o que se caiga”, externó el sacerdote.
Donaciones y renta
Las autoridades religiosas lanzaron una cruzada para recolectar recursos, incluso señalaron a las empresas privadas que la Ley 7.266 permite la deducción del 100% del impuesto sobre la renta cuando se realicen donaciones a obras de carácter religioso.
“Ocupamos $4 millones para la intervención, la restauración es muy cara, sobre todo cuando se trata de conservar. Los trabajos se harían por etapas y tendrían que ir de la mano con la oficina de Patrimonio Nacional”, sentenció.

Las tejas se desprenden de la dañada estructura.
Parte de las columnas y paredes están agrietadas.