La construcción del Pabellón Deportivo con ocho gimnasios para diferentes disciplinas en el Parque de la Paz sigue generando grandes dudas. Esta obra, propuesta en el gobierno anterior por el Ministerio del Deporte y el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder), tiene una serie de anomalías que no se han aclarado y los diferentes actores exigen respuestas.
El principal problema con que se ha topado este proyecto es el costo. Según el Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (Cicap) de la Universidad de Costa Rica (UCR), que diseñó los planos, el precio de la edificación es de $15 millones, pero las empresas que licitaron lo valoran en $33 millones.
El Icoder cuenta con una Unidad Ejecutora para dicha obra, presidida por Blanca Rosa Gutiérrez, quien se niega a dar explicaciones de la diferencia presupuestaria. Se escuda en que analizan las dos ofertas que recibieron de las empresas que licitaron, estudio que según ella se extendería hasta diciembre.
No obstante, todo parece indicar que existe un interés fuerte por no desestimar el proyecto, a pesar de que los costos se duplicaron y el país no atraviesa su mejor momento en materia de economía.
LO LEGAL
La Ley de Contratación Administrativa faculta al Icoder a desestimar el proyecto, el cual a todas luces se sale del presupuesto. Máxime si se toma en cuenta que el Icoder solicitó un préstamo al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por hasta $45 millones para la creación del Pabellón y el Centro Acuático, que en principio costaría $20 millones, por lo que no le alcanzaría el dinero para ambos proyectos.
El artículo 15 de dicha normativa indica: “La licitación y el remate se considerarán infructuosos cuando no hubiere habido oferentes o los que se hubieren presentado hayan formulado sus ofertas en términos que contravinieren el cartel o resultaren inaceptables para la Administración. Si se produce una licitación pública infructuosa, la Administración podrá utilizar el procedimiento de licitación abreviada en el nuevo concurso”.
El cartel de licitación que sacó el Icoder especifica que es por $15 millones, por lo que al tener oferentes que cobran el doble se puede decir que esto contraviene el cartel, pues se atenta contra los fondos públicos, pero la Unidad Ejecutora de la obra se niega a hacerlo. Un mes después de recibir las ofertas (26 de junio) debieron declararla infructuosa, tal como lo establece la ley.
Vale mencionar que la licitación abreviada corresponde a un trámite por el cual el Icoder podría seleccionar a un grupo de empresas por su cuenta y abrir un nuevo concurso de licitación, pero para esto deben contar con el visto bueno de la Contraloría General de la República.
Aunque el Consejo Nacional del Deporte está por encima de la Unidad, a este tampoco le dan cuentas claras. Lo cierto del caso es que para el 21 de setiembre debe haber una postura formal sobre la ejecución de la obra, pues en ese momento se cumplen los 60 días hábiles para darles una respuesta a las empresas que licitaron.
INSOSTENIBLE
Un exfuncionario del Icoder, quien prefirió reservar su identidad, conversó con DIARIO EXTRA. Indicó que esta es una institución pobre, que cuenta con un presupuesto que ni siquiera llega a los ¢20.000 millones anuales, por lo que sería absurdo endeudarse con un monto tan elevado con el BCIE, solo para hacer una obra que no beneficiará a la gran mayoría de atletas del país, únicamente a los de San José.
“El Icoder tiene estas fuentes de ingresos: Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), Ministerio de Salud, Junta de Protección Social y Ley de Tabaco. Los ingresos por tabaco vienen a menos, hay estudios que dicen que la gente fuma menos, eso quiere decir que el Icoder recibirá cada día, en teoría, menos, y de esos ¢19.000 millones anuales hay que pagar el préstamo, lo que quiere decir que se van a afectar los programas ordinarios del Icoder para cancelar la deuda con el BCIE”, declaró.
El Diario del Pueblo intentó conocer la posición del Icoder en torno a este tema, pues es quien deba responder por esos fondos públicos, sin embargo este jueves se nos comunicó que mientras esté el proceso del análisis de las ofertas, ni Alba Quesada, directora del Icoder, ni Blanca Rosa Gutiérrez pueden referirse al tema, según acuerdo del Consejo Nacional del Deporte.