El 19 de marzo en conferencia de prensa Marco Acuña, presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), aseguró que descartaban cualquier suspensión del servicio eléctrico, a pesar de las afectaciones por el fenómeno El Niño.
A pesar de ello el lunes 6 de mayo, 50 días después, presentaron una alerta para aplicar el protocolo de desabastecimiento energético que preparaba racionamientos de energía.
Roberto Quirós, gerente de Electricidad, en conferencia de prensa del 9 de mayo matizó lo dicho al explicar que eso habría pasado.
“Si las condiciones nos lo permitían y si los elementos que están en control del ICE no cambiaban, no iba a haber racionamientos. Lo que cambió fue la criticidad del evento.
En los análisis de los últimos días se tenía previsto viento para esta semana, el domingo el viento no llegó. Se esperaba que el frente frío de esta semana trajera lluvia y así vemos cómo vamos jugando”, declaró.
El funcionario también afirmó que las plantas térmicas que se ocupaban duraron en entrar a funcionar, así como las afectaciones que sufrió el país por la reducción en las exportaciones de energía, que vinieron de México a Guatemala y así sucesivamente.
Sin embargo, el 7 de mayo Quirós dijo en entrevista a DIARIO EXTRA: “El ICE se preparó muchísimo antes de que el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) dijera que íbamos a tener este fenómeno tan severo.
Nuestros datos desde diciembre marcaban la disminución en los caudales, nos adelantamos y en octubre del 2022 se volvió a comprar búnker para poder tener almacenado en Garabito”.
Sobre este tema incluso Quirós comentó que el ICE alertó de los riesgos desde mayo de 2023 y por eso solicitaron quedar fuera de la regla fiscal.
PLANTAS TÉRMICAS
El cambio de criterio sobre las afectaciones no es el único. En la conferencia del 9 de marzo el gerente de Electricidad comentó que “en marzo no teníamos todo el bloque de plantas térmicas que se ocupaba, todavía duraron algunos días en entrar”.
Esto contrasta con lo que Acuña afirmó el 4 de agosto de 2022 en la Comisión Especial del Sector Energético Nacional y su Vinculación con el Mercado Eléctrico Regional, cuando cuestionó la existencia de esas plantas energéticas.
En esa ocasión Acuña reveló: “El respaldo térmico está hoy apagado y solo se enciende uno o dos meses al año. Es como tener un carro estacionado en la casa que nadie usa, pero usted tiene que pagar marchamo, mantenimiento, cambiar aceite, etcétera”.
En esa ocasión cuestionó que el país esté subsidiando la existencia de esas plantas térmicas con el poco uso que se les da. “Tenemos 426 megas de reserva fría en la térmica que solo se usa en verano. Eso tiene un costo, pero no representa un ingreso para la institución”, acotó Acuña.
En ese momento dijo que esa energía solo se usaba para exportar, pero que eso iba a cambiar porque en la región habría una sobreinstalación de energía.
También aseguró que el ICE retiraría 226 megas de energía térmica que nadie le pagaba. De esa forma eso impactaría el recibo de luz, reduciéndolo. Eso le produciría un ahorro de ¢30.000 millones.
Eso sí, en esa ocasión Acuña alertó que el plan de descarbonización de la economía provocaba un aumento en la demanda de tal magnitud que se necesitaría hacer nuevas inversiones.
REGLA FISCAL
En la conferencia de prensa del 9 de agosto de 2024 el presidente ejecutivo del ICE recordó que la institución sufrió un freno en sus inversiones, producto de dos temas centralmente.
El primero es el hecho de que administraciones anteriores generaron la idea de que el país estaba sobreinstalado y en segundo lugar que la regla fiscal frenaba la posibilidad de inversiones.
En julio de 2023 el Instituto planteó la necesidad de ser excluido de esa barrera presupuestaria para realizar las inversiones necesarias. Esto ocurrió en setiembre, ocho meses antes de que la crisis energética tocara las puertas del país.