A lo largo de los años en el país se han presenciado miles de incendios en zonas tanto urbanas como rurales, que afectan viviendas y locales comerciales, bodegas, gasolineras y fábricas. Los parques nacionales y los pastizales son también objeto de siniestros, algunos accidentales, otros por el contrario intencionales.
Según datos suministrados por el Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, se reportan cerca de 4 mil incendios por año. Sólo en los primeros meses del 2013 se han atendido más de 500 incendios estructurales (viviendas o edificios) de esa cantidad aproximadamente 110 han sido investigados por parecer sospechosos, pero la estadística no queda ahí, ya que dentro de la cifra mencionada más de un 26% ha sido provocado por mano criminal.
Las autoridades mencionan que los siniestros intencionales se hacen cada vez más habituales, por eso los bomberos y sus respectivos equipos especializados de investigación siguen la pista de los responsables de ocasionar incendios ya que el fuego deja huellas imborrales.
La mente criminal supera toda expectativa y ahora los siniestros no escapan al modo de operar de los antisociales. Y es que cuando se habla de un incendio provocado tal vez usted se va imaginar a una persona esparciendo gasolina dentro de una casa para darle fuego con un fósforo, pero los hechos van más allá.
UNA PISTA BASTA
En esta ocasión, Héctor Chaves, director general del Cuerpo de Bomberos, habló con DIARIO EXTRA sobre los puntos de investigación utilizados antes y después de atender un incendio, y de lo que se debe tomar en cuenta para saber si fue accidental o provocado por mano criminal.
Más allá de un simple conjunto de muebles carbonizados, sábanas hechas cenizas y paredes ahumadas, los incendios tienen algo característico y es su estado final, el cual genera intensas expectativas pues en el lugar menos esperado se puede encontrar una pista diminuta que determine la causa del fuego.
La gasolina, el gas, los fósforos y hasta la acetona o el alcohol son los acelerantes favoritos de los antisociales y solo en su mente aseguran que nada los delatará.
“Por ejemplo, cuando llegamos a un incendio, vemos en primera instancia una mancha en forma de V que marca el inicio de todo el fenómeno, puede estar arriba, abajo o en las paredes pero esa parte es fundamental porque las llamas siempre tienden a expandirse hacia arriba y nunca para abajo”, explicó Chaves.
Según Álvaro Sánchez, encargado de la unidad de investigación de incendios del Cuerpo de Bomberos, no existen llamas que destruyan lo que hay a su paso, ya que siempre dejan algún tipo de huella y eso demuestra la verdad del suceso. “Lo que existe son muchos mitos, el fuego no destruye todo, lo que hace es que deja huellas, y a veces es fácil hallar las causas de un incendio. Nosotros siempre tenemos que dirigirnos hacia dos ejes, el primero es buscar elementos y el segundo descartar”.
Existe una frase con referencia a que “cualquier persona puede acabar un incendio con un vaso de agua”, pero la ignorancia no da licencia para matar, y en muchas ocasiones quienes van en busca de poco obtienen mucho.
Dos mitos fundamentan el trabajo del Cuerpo de Bomberos, uno es que las personas creen que pueden controlar el fuego por si sólos, y en segundo plano están los que creen que las llamas acaban con cualquier cosa, en ambas partes el mito es falso, ya que un incendio tan sólo mancha un acto, pero no lo desaparece.
¿PERO CÓMO SE DETECTA?
Respecto al primer eje de partida para un investigador, los elementos que se tratan de localizar son variables, puños de ropa regados por un cuarto, malas instalaciones eléctricas, cosas que involucren la mano de un criminal, mientras que con el método del descarte sólo se determina si fue provocado o accidental.
Cobrar una póliza de vida, un seguro para reconstruir un hogar, tomar venganza en contra de alguien o simplemente vandalismo, son algunos de los principales motivos que maneja el equipo de investigación de los bomberos respecto a un incendio provocado.
Según los expertos, es fundamental hallar los factores directos que iniciaron las llamas, sin dejar de lado los motivos. Sin embargo existe otra serie de aspectos que se introducen en las investigaciones que determinan los orígenes de un incendio, los descuidos, malas instalaciones e ignorancia donde factores que se pueden notar poco después de acabado el fuego, no obstante la mano criminal posee otra identificación.
“Cualquier evento que atenta contra la vida de una persona es digno de investigación, nosotros hacemos un informe y se lo damos al OIJ. El desarrollo del incendio es clave pero siempre se tratan de buscar 4 objetivos: ubicación (donde está el punto que inició e fuego), fuentes de inicio (cosas que provocaron el incendio como ropa y fósforos), creación y finalmente dar una categoría”, comentó.
Muchas personas creen que luego de que un incendio acaba con la imagen ya sea de una casa o de un edificio, no se puede constatar lo que ocurrió, cosa que no tiene sentido. De igual forma, cabe destacar que un equipo de investigadores no trabaja de la misma manera en la que lo hacen el resto de bomberos.
“El trabajo de los investigadores no es tan sencillo, ellos van diferenciados de los bomberos y existe un grupo que trabaja solamente esa parte. Mucha recopilación se hace cuando ya el incendio se ha acabado, pero existen muchos casos que hacen que ellos deban volver a la escena varios días después”, declaró Chaves.
COBRO DE SEGUROS
Según datos suministrados por el Instituto Nacional de Seguros (INS), en al año 2012 se pagaron 898 casos o reclamos por la cobertura de incendio, mientras que de enero del 2013 a mayo, se reportaron 698 casos. Cabe destacar que entre esas cifras, cuentan casas comercios y demás infraestructuras.
“Sobre el proceso de análisis de los casos, en todos se pide informe de los bomberos, sobre la gestión realizada y con base en ello se determina el origen del evento. Si se considera que el evento fue provocado de forma intencional o que los daños reportados al asegurado no son los determinados mediante la inspección de siniestro, se solicita colaboración del departamento de Investigaciones”, relató Guiselle Hernández, directora de operaciones del INS.
• Siniestro de impacto cultural
Locos quemaron casona de Santa Rosa
El 9 de mayo del año 2001, dos hombres provocaron el incendio de más impacto cultural en la historia de Costa Rica, cuando en medio del pánico se quemó más del 80% de la casona de Santa Rosa en Guanacaste.
“Un bombillo deformado hacia un lado expone el principal sector donde empezaron las llamas, una estructura de perlin o madera quemada y derretida, los resortes de un colchón comprimidos por el calor y hasta el mismo concreto de las paredes que se desprende (efecto exfoliación), todo es evidencia, nunca en un incendio va a faltar un indicio”, afirmó Sánchez. En esa ocasión, el motivo de los hombres fue una venganza en contra de los guardaparques de la zona. Los investigadores, lograron determinar que las llamas iniciaron por dos botellas plásticas con gasolina, encontradas en la escena.
A pesar de que muchas personas los ven como simples trabajadores sociales, los bomberos unen su compromiso a otros factores, uno de ellos es su aprendizaje, y es que el cumplimiento de los mismos depende de su formación y experiencia unida a las normativas institucionales.
• En Hospital Calderón Guardia
Enfermero asesinó a 21 pacientes
El 12 de julio del 2005, recordado como uno de los atentados más trágicos en la historia del país, un enfermero del Hospital Calderón Guardia generó con sus propias manos un incendio en las instalaciones, a raíz del acto se perdieron 21 vidas humanas, la mayoría de ellos eran pacientes recién operados.
En este caso el origen del siniestro se dedujo del mismo cuarto en el que el enfermero laboraba, el cual estaba lleno de material inflamable, papeles, pañales y cartones”, acotó Héctor Chaves.
El motivo del joven para ocasionar el fuego en esa ocasión, presuntamente fue llamar la atención de la sociedad como el “héroe” salvador de miles de personas en un incendio dentro de un hospital.
“Este joven que quemó el hospital, lo que quería era llamar la atención, si en ese momento las válvulas de agua hubiesen funcionado posiblemente el sólo apaga las llamas, pero como estaban en remodelación las bombas no le sirvió el acto, a fin de cuentas mató a 21 personas y hoy está en la cárcel”.
• Muerte en investigación, Guadalupe
Pareja terminó carbonizada
No cabe duda que los incendios provocados dejan serias marcas, tal vez más que cualquier desastre accidental. El hecho es que no siempre el delito queda cubierto. Recientemente en el sector de Guadalupe, una casa fue totalmente consumida por el fuego. Allí se perdió la vida de Gerardo Mata y Cinthya Quirós, sin embargo los investigadores lograron determinar que el mismo fue causado por mano criminal, debido a que hallaron en la planta baja varias prendas dispersas, además de puños de cartón dentro de un mueble de madera.
A inicios de año, en la sede del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) ubicada en Alajuela, un grupo de jóvenes acabaron parcialmente con las instalaciones luego de quemarla en apariencia por un corto circuito.
Los especialistas de bomberos dieron con el punto de origen debido a que ellos mismos colaboraron para apagar el fuego, sin embargo, olvidaron separar la ropa y camas que habían prendido, evidentemente el conjunto de tela iba a causar las llamas.