Invalidan anotación a Matthijs de Ligt al minuto 104.
Madrid. (AFP)- La victoria del Real Madrid ante el Bayern en el Bernabéu terminó con polémica.
En el tramo final del encuentro, en un balón colgado al área, Mazraoui ganó la pelota en el juego aéreo, el esférico cayó en el área y allí se originó el problema. Müller llegó antes que Mendy con la cabeza, se la entregó a De Ligt y este, de media vuelta, hizo el gol.
No obstante, justo cuando la bola llegaba a De Ligt, el árbitro Szymon Marciniak, de manera inexplicable, hizo sonar el silbato antes de que el defensa neerlandés rematara, anulando la acción por fuera de juego con su asistente levantando el banderín antes de que se acabara la jugada. El posible fuera de juego es bastante ajustado. El árbitro lo pitó a instancias de su juez de línea, que levantó la bandera, para enfado del Bayern.
El tema es que una vez que el silbatero pita fuera de juego antes de que la jugada acabe en gol, el VAR ya no puede entrar a analizar la acción. “Es una jugada en la que no se ve claro si es o no fuera de juego. Pero no podemos hablar de gol anulado ya que el asistente levanta fuera de juego y el árbitro pita antes de entrar. La gestión de esa jugada hubiese estado mejor si espera a que acabase el peligro antes de levantar. Así sí podría haber entrado el VAR”, explicó el exárbitro y ahora analista español, Iturralde González.
Los expertos coinciden en que la decisión del asistente de levantar la bandera resulta un gesto inaudito en época de VAR, en la que los silbateros dejan jugar antes de tomar una decisión final para evitar errores.
“Ha pasado el desastre que nadie quiere. El toque de silbato inhabilita que entre el VAR. Lo peor que puede pasar en arbitraje, ha pasado. El VAR no ha podido ayudar. Lo que inhabilita la jugada no es que el juez de línea haya levantado la bandera, sino el toque de silbato del árbitro principal. Los árbitros son deportistas, los árbitros se equivocan”, indicó el exárbitro español Mateu Lahoz.