Si la Caja decide cambiar de terreno
Representantes de la Cámara de Industria y Comercio Costa Rica-México rindieron cuentas ante los diputados de la Comisión Especial de Cartago, en relación con el abandono de la empresa Promotora y Desarrolladora Mexicana de Infraestructuras S. A. de la construcción del nuevo Hospital Max Peralta.
Durante la comparecencia, José Adolfo Loría, asesor legal de la Cámara, especificó que en caso de que la institución tenga que realizar un nuevo concurso para la ejecución del centro médico, la obra se retrasaría más de dos años.
“La readjudicación sería la vía más rápida, ojalá así fuera posible, si no estaríamos hablando de tener que pasar al menos dos años más para volver al estado que estamos actualmente de ya tener una oferta adjudicada”, explicó.
Esto tomando en cuenta si se utiliza el mismo lote, ya que, en caso de cambiar el terreno, podría demorarse más de una década.
“Esperamos que nunca se llegue a materializar, porque estaríamos hablando de casi 10 años.
Esperamos que se haga la readjudicación y si no que se hagan todas las gestiones para todo el proceso licitatorio”, añadió.
La decisión de retirar la oferta se generó apenas cinco días después de que, durante el Consejo de Gobierno celebrado en Cartago, Rodrigo Chaves, presidente de la República, reclamará una vez más por el lugar donde sería construido el centro médico.
Pese a que una de las excusas presentada por la empresa estaba fundamentada en objeciones del Ejecutivo y discrepancias de la institucionalidad costarricense sobre el uso del terreno, diversos criterios técnicos avalan la utilización del lote ubicado en el Guarco de Cartago.
NO ENCUENTRAN ARGUMENTOS DE PESO
Por su parte, Paulina Ramírez, diputada liberacionista, cuestionó el discurso de los representantes, señalando que no coincidía con la carta que envió la empresa mexicana a la hora de retirarse del proyecto.
Además, agregaba que no había justificación para la acción que tomaron, al aludir que se pudieron retirar anteriormente y no cuando el proceso estaba más avanzado.
“Me extraña muchísimo que una empresa con esa magnitud y con la experiencia que tienen en contrataciones internacionales no haya tenido suficientes argumentos.
No hay una razón para haberse retirado”, externó.
Por su parte, Alejandro Pacheco, legislador socialcristiano, fustigó que la presión del Gobierno sobre la obra intervino para que el consorcio mexicano dejara de lado la iniciativa.
“Creo más bien que lo que hubo fueron presiones políticas por parte de la presidenta ejecutiva de la Caja y claramente una empresa que viene a invertir en un proyecto de esta magnitud, que no tenga el apoyo del Gobierno, lo pensaría dos veces”, acotó.