Las estadísticas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) destacan que al 11 de febrero de 2025 se habían reportado 104 muertes dolosas, mientras que durante el mismo lapso de 2023 fueron 102 homicidios.
Hay que recordar que, en el 2023, el país cerró con 907 casos, lo que hasta el momento lo convierte en el más violento de la historia costarricense. Mientras que en el 2024 se registraron 880 homicidios.
Randall Zúñiga, director del OIJ, comentó: “Existe una posibilidad real de que se superen las cifras de 2023, pero más allá de eso, lo más preocupante es que es el tercer periodo que vamos a terminar con 25 homicidios más o menos de 900”.
Por tal motivo, consultamos a expertos en criminología si con estos números se podría visualizar un incremento de dicho delito para finales de 2025.
Erick Villalba explicó que la información varía. “Muchas veces nos apegamos a ciertas estadísticas históricas en lo que tiene que ver con homicidios, pensar que esto se cumple todos los años en un error, hay factores sociopolíticos, educativos, religiosos que influyen en los datos”, indicó.
No obstante, según detalló, en 2025 se están dando condiciones que favorecen el aumento de hechos. “Se está sufriendo un flagelo que es la salida de policías de Fuerza Pública y del OIJ, esto motiva a los delincuentes y sicarios a seguir delinquiendo y cometiendo ilícitos”, agregó.
Rodrigo Campos, coordinador de la Escuela de Ciencias Criminalísticas de la UNED, mencionó que uno de los factores más inquietantes es que en Costa Rica se supera la tasa de homicidios, la cual “por cada 1.000 habitantes promedio en el mundo es de seis, mientras que en el país supera los 18, es decir, se triplica la cifra”, dijo.
Por otro lado, la criminalista Fiorella Rojas externó que aunque se podría hablar de un incremento de muertes dolosas se debe esperar la reacción de las autoridades “en programas de prevención, aprehensión y penitenciarios. Sin embargo, si no hay cambios en el Código Penal podría seguirse incentivando que se cometan los delitos”, finalizó.
