Alejandra Rodríguez Abarca, de 43 años, y su hermano José Joaquín, de 34 años, perdieron la vida la tarde de este domingo, en San Juan Sur de Cartago, mientras se desplazaban en un vehículo acompañados por un mecánico, quien se salvó de milagro.
Los involucrados terminaron en un barranco de unos 150 metros de profundidad tras esquivar un carro que estaba varado en media vía.
La fémina tenía 4 hijos, era vecina de la zona y trabajaba como coordinadora en la Asociación de Agricultores de Loma Larga de Cartago.
Su hermano, por otra parte, se desempeñaba como mesero y era muy conocido en la zona porque servía tragos especiales.
Según la versión de Cruz Roja, cuyos socorristas arribaron al lugar en tiempo récord desde San José, los ahora fallecidos iban a bordo de un carro Nissan Frontier y al tratar de pasar a un lado de la vía cayeron a un guindo hasta terminar a solo metros de una humilde casa.
Al parecer, los dos fallecidos no llevaban el cinturón puesto, por lo cual se salieron del carro y se desnucaron en el lote lleno de árboles y picos para el cultivo de café, a solo metros de la iglesia católica local.
SOBREVIVE DE MILAGRO
El tercer ocupante, un mecánico de la zona identificado como Marvin Solano Piedra de 50 años, corrió con mejor suerte ya que no fue expulsado del carro. Al tocar fondo, a como pudo y herido de gravedad, salió por sus propios medios con lesiones evidentes en su cabeza y piernas, pero estable, según indicó en exclusiva a DIARIO EXTRA Jonathan Muñoz, paramédico que atendió la escena.
De inmediato, trasladaron al herido hasta el Hospital Calderón Guardia donde se estabilizó horas después y se encontraba fuera de peligro al cierre de esta nota.
El Periódico de Más Venta en Costa Rica llegó al lugar de los hechos y conversó con Ángelo Solano Jiménez, hijo del único sobreviviente del trágico accidente que consternó a toda una comunidad.
“Mi papá salió de casa con unos amigos porque lo contrataron para arreglar un carro aquí en San Juan Norte. Para ello, los que ocupaban que les hiciera el trabajo pasaron a recogerlo, ya que la herramienta para darle asistencia a otro carro es bastante pesada”, expresó el joven de 20 años con lágrimas en sus ojos. Solano agregó que este tipo de viajes de su padre se tornan bastante frecuentes ya que repara todo tipo de carros en modalidad exprés y muchos de sus clientes van a buscarlo para hacer labores.
MUCHAS CURVAS, POCOS ACCIDENTES
Según información de vecinos, el lugar es conocido por su calma y nunca se producen accidentes de esta naturaleza, sin embargo, la topografía del sitio, donde abundan guindos y curvas pronunciadas, ha sido suficiente para pegarle un susto a más de un conductor.
La escena fue custodiada por Fuerza Pública y Policía de Tránsito a la espera de la llegada del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para el levantamiento de los cuerpos y su traslado a Medicatura Forense, ubicada en San Joaquín de Flores, Heredia.