San Juan de Tibás.- Puntarenas dejó anoche en claro que tiene alma y corazón para mucho más de lo que ha mostrado en el campeonato y contra los pronósticos, derrotó por marcador de 3-2 al Deportivo Saprissa en partido disputado en el estadio Ricardo Saprissa Aymá.
Cristian Lagos dejó escapar la primera oportunidad clara de los morados al 8\’, al disparar arriba. Durante los primeros 20 minutos, Saprissa careció de la profundidad suficiente y Puntarenas fue un poco atrevido con Daniel Quirós y encerrando por ratos al “Monstruo”.
A Saprissa le faltaba claridad en el último cuarto de cancha. Lagos continuaba siendo el más incisivo y al 37\’ volvió a inquietar.
Cancela dejó escapar otra al 44\’, cuando parecía que el charrúa abría la cuenta, tiró arriba tras recibir de Lagos.
Con el último suspiro de la primera parte, Jordan Smith tomó un balón y desde unos 40 metros soltó un impresionante remate que dejó sin oportunidad al guardameta argentino Carlos Alberto Díaz.
Puntarenas ingresó con todo al complemento, buscando la anotación desde el primer instante. El guatemalteco Ángelo Padilla empató las acciones al 58\’, recibió ante el arco y disparó con relativa suavidad, pero buena colocación, tras el pase de Daniel Quirós en una jugada que nació desde atrás.
Los “Tiburones” con méritos le estaban sacando un valioso empate al “Monstruo”.
Puntarenas, urgido de puntos para eludir el descenso, no desmayó y con vergüenza deportiva fue al frente, y por instantes parecía el cuadro local. Roberto Wong marcó el 1-2 al 68\’, recibió del tiro de esquina y ante la pésima marca de los morados, solo todo que cabecear, y sin necesidad de saltar, envió el balón al fondo.
Saprissa sin embargo igualó al 72\’ por intermedio de Cristian Lagos, quien de cabeza, también recibió de un tiro de esquina para convertir el 2-2. Pero un minuto más tarde, Daniel Quirós mostró de lo que es capaz, y recibió frente al área, para darse vuelta y rematar a solas con el arco. Puntarenas, de momento, hacía la hazaña, y dejaba en silencio a los aproximadamente tres mil aficionados morados en el reducto tibaseño.
Después de eso, Puntarenas dejó escapar dos oportunidades más de convertir el 2-4, lo cual hubiera sido más que una humillación para los morados, en todo caso, para ellos, lo que sucedió, es ya ridículo. El Puerto hizo la hazaña.