A pocos días de que Rodolfo Solano cumpla un año como canciller de la República, el jerarca visitó DIARIO EXTRA acompañado de sus dos vicecancilleres, Adriana Bolaños y Christian Guillermet, para rendir cuentas.
A continuación, sus apreciaciones:
Tenemos que reconocer que la fórmula de un vicecanciller para Asuntos Bilaterales y Cooperación, y otro para Asuntos Multilaterales y Gestión Estratégica funcionó. ¿Qué balance hace a prácticamente un año de haber asumido, a pesar de los cuestionamientos que siempre tiene la Casa Amarilla?
-Rodolfo Solano: Ha sido difícil ser el tercer canciller porque los plazos se acortan, por lo cual hay que saber escoger, decidir y administrar muy bien. A pesar de eso, cuando me informaron sobre este puesto, yo le comenté a don Carlos Alvarado sobre la idea de contar con dos vicecancilleres. Esta división ha resultado muy positiva para la Cancillería, porque imagínese que, en temas de cooperación internacional, siendo nosotros un país de renta media, cada día que pasa son menos las oportunidades de tener ayudas no reembolsables. Otra cosa es que al convertirnos en miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) nos pone a jugar en las grandes ligas. Entonces, contar con doña Adriana, encargada de eso, nos ha permitido darles seguimiento a esos temas.
¿Y sobre el otro Viceministerio?
-Rodolfo Solano: Sobre el otro despacho, el de Asuntos Multilaterales y Gestión Estratégica, la idea era ir pensando en más allá de cuatro o cinco años. A veces cometemos el error de pensar en un período de gobierno de cuatro años, y la política exterior tiene que estar diseñada a largo plazo, porque es una política exterior de Estado. Lo que estamos haciendo es aprovechar nuestros espacios en la acera multilateral, como lo es la Unesco, la FAO, con la intención de propiciar y potenciar los pilares fundamentales de nuestra política exterior, los cuales no se han construido en los últimos cuatro años, sino desde 1870, desde que nuestra educación es gratuita, desde que se abolió la pena de muerte con don Tomás Guardia, desde que se crearon las garantías sociales y se abolió el Ejército.
Doña Adriana, ¿cuál es el balance que usted hace?
-Adriana Bolaños: Nosotros llegamos en una coyuntura muy particular, donde iniciamos con una gran ventaja: la curva de aprendizaje era un poquito menos inclinada porque, al ser funcionarios que conocemos la institución desde hace muchísimos años, hemos logrado una sinergia muy importante para trabajar, porque, si bien hay una división entre los Viceministerios, nada es aislado. En mi campo, Costa Rica tiene un nombre muy bien posicionado y eso impacta positivamente en nuestras relaciones bilaterales, porque al final este tipo de relaciones son las mismas que uno tiene que tener en el barrio para poder después generar resultados y acciones concretas. Creo que, viéndolo así, hemos podido aprovechar al máximo la cercanía con los distintos Estados.
¿Y en la parte de Cooperación Internacional?
-Adriana Bolaños: Este año nos hemos enfocado mucho en la cooperación humanitaria. Trajimos más de $30 millones en cooperación por la pandemia de la Covid-19, y todo eso se ve también por las buenas relaciones bilaterales que tenemos.
¿Como por ejemplo la donación de Japón de $4 millones?
-Adriana Bolaños: Exactamente. Hemos traído cooperación de Corea, España, Emiratos Árabes, Estados Unidos, Rusia. Colombia nos dio acueductos, México nos ha dado agua. Brasil nos ha dado alcohol de limpieza. Este período nos ha enseñado que la cooperación no solo es en efectivo, sino que a veces se agradece más la solidaridad entre los países.
¿Y nosotros cooperamos también?
-Adriana Bolaños: Claro. Nosotros, como país de renta media alta, casi miembro de la OCDE, cada vez vamos a ser menos sujetos de cooperación al desarrollo tradicional. En este momento estamos dando mucho apoyo técnico, por ejemplo, a Belice lo estamos asesorando para que conozca cómo nosotros como país logramos adquirir las vacunas contra la Covid-19. Es decir, tenemos buenas experiencias que podemos ofrecer.
¿Nos está afectando mucho ser un país de renta media alta?
-Adriana Bolaños: Creo que la cooperación está dando un cambio globalmente en el sentido de que esa ayuda siempre va dirigida a los países menos desarrollados, y no así por su categoría en cuanto a renta. Si bien nosotros hemos invertido mucho en educación, en salud y eso nos ha hecho llegar a un punto donde estamos, seguimos ocupando apoyo. Por eso tenemos que hacer entender que necesitamos ese empuje de la comunidad internacional.
Sobre el tema de la OCDE, ¿cuál es el beneficio de entrar en esta organización si tomamos en cuenta que Costa Rica ya sabe lo que tiene que hacer? Hay mil y un estudios o informes, mil y una recomendaciones, y al final no se hace nada…
-Rodolfo Solano: Lo que nos permite el ingreso a la OCDE es establecer estándares, métricas de superación, que nos van a obligar como país no solamente a mejorar las políticas públicas que tenemos, sino a mejorarlas sustancialmente.
Y, en la parte multilateral, ¿cómo ha sido la experiencia de la nueva estructura?
-Christian Guillermet: Nos ha dado una potencialidad que no teníamos antes. Nosotros estamos logrando, con doña Adriana, fortalecer bilateralmente nuestras relaciones multilaterales y fortalecer multilateralmente nuestras relaciones bilaterales. Entonces, yo que soy más especialista en Naciones Unidas, sé cuál es la posición de Israel en ciertas cosas, pero esa posición la puedo leer y dársela a doña Adriana, entonces a partir de ahí podemos trabajar proyectos de forma conjunta.
¿Y cómo vamos en materia multilateral?
-Christian Guillermet: A pesar de la pandemia, hemos logrado tener una presencia muy importante en los distintos espacios internacionales. Ya Costa Rica, por su nombre, éramos muy presentes en la OEA, ONU, Unesco, es decir, éramos y somos un socio con el que los países quieren trabajar, entonces nos buscan mucho. Por eso, creo que esa transición a la virtualidad fue muy buena.
¿Y esa virtualidad se mantendrá con el tiempo?
-Christian Guillermet: Nosotros queremos. De hecho, queremos seguir fortaleciendo el teletrabajo en la Cancillería. En fin, esa transformación de pasar de la presencialidad a la virtualidad nos empujó a la cuarta revolución industrial.
Sobre otro tema, ¿cómo va el proyecto 21.235, reforma al Estatuto del Servicio Exterior?
-Rodolfo Solano: Nosotros hemos trabajando internamente aportando nuestros puntos de vista a la comisión que hizo consulta. Hemos sido claros que tenemos nuestras dudas sobre las propuestas. Lo más serio que nos interesa resolver es el porcentaje de plazas de confianza. Lo otro es el ingreso a la carrera diplomática de la forma no tradicional. Tampoco estamos de acuerdo con que los puestos de dirección sean de confianza, tienen que seguir siendo de lo más alto del escalafón.
¿Entonces no están de acuerdo con el artículo 33, 91 y el transitorio XXI de ese proyecto?
-Rodolfo Solano: No. Como ya lo he dicho, coincidimos con la Asociación Costarricense de Diplomáticos de Carrera.
Parece que la Asamblea quiere meter más políticos en la Casa Amarilla, ¿ustedes están en contra? ¿Por qué abogan?
-Rodolfo Solano: Nosotros hemos abogado porque hay que profesionalizar y fortalecer la carrera diplomática. Esto no ha sido solo un discurso, por eso ampliamos las atinencias y vamos a realizar un nuevo concurso de oposición.
Sobre otro tema, ¿cómo está la relación con Nicaragua?
-Rodolfo Solano: Es cierto que durante mucho tiempo las relaciones con Nicaragua han sido distantes. Sin embargo, tenemos que partir de que es un país vecino, limítrofe, tenemos una gran población nicaragüense acá, que la situación de la pandemia vino a complicar la situación en nuestro país, sino en el mundo, entonces me parece que hay que tener como principio mantener los canales de diálogo abiertos.
¿Cómo está el tema de los migrantes nicaragüenses que vienen a trabajar a fincas cafetaleras?
-Rodolfo Solano: Yo estuve en frontera en noviembre del 2020, para suscribir el acuerdo con Nicaragua porque necesitábamos unos 50 mil trabajadores para atender la cosecha de café. Por primera vez, conseguimos una población de trabajadores nicaragüenses ordenada, controlada, sanitariamente segura y que incluía trazabilidad. Es decir, el trabajador entra con un carnet, un código QR, que indica en qué finca va a trabajar, en qué fechas, y cuándo se regresa.
¿Y cómo hacen con Migración para supervisar las fincas?, porque el gran problema es la porosidad de la frontera norte…
-Christian Guillermet: Ahí lo interesante es que, aparte de las instituciones que están trabajando junto con Nicaragua, está el sector privado. Entonces el sector privado es el que va a pedir al Ministerio de Trabajo: “necesito 252 cogedores de café”, entonces es Trabajo la que llena los formularios. También hay que entender que la mayoría de las fincas ya tienen referenciado quiénes son sus trabajadores, porque ellos vienen todos los años. Lo único que estamos haciendo aquí es regularizándolo. En ese sentido, el transporte de ellos desde Nicaragua a Costa Rica es directo, pasan la frontera y van directo a la finca.
¿Y cómo saben si estas personas tienen o no Covid-19?
-Christian Guillermet: Se les aplica al 20% pruebas Covid-19. Por el momento, no ha habido nadie enfermo. Solo una familia que detectamos a tiempo que venían con el nuevo coronavirus y hubo que pararla, y rechazarlos.
¿Qué garantía hay de que nadie se quede en el territorio nacional de forma ilegal?
-Christian Guillermet: Ninguna, pero antes no había siquiera condiciones de seguimiento.
Y siempre sobre Nicaragua, ¿la Cancillería va a enviar o no embajador a ese país, tomando en cuenta la crítica de los expertos?
-Rodolfo Solano: Nosotros hemos estado valorando de orden geopolítico, de conveniencia y oportunidad, y en un momento determinado tomaremos la decisión para ver si es conveniente.
¿Pero ya enviaron el beneplácito?
-Rodolfo Solano: No.
Doña Epsy Campbell decidió no enviar embajador a suelo pilonero porque enviarle un beneplácito a Daniel Ortega es reconocerle su gobierno, ¿qué opina de eso?
-Rodolfo Solano: Yo le puedo responder que la Unión Europea, que es uno de los críticos más fuertes al gobierno de don Daniel Ortega, tiene embajador ahí. Alemania lo tiene, Japón lo tiene. Más bien hay que pensar que, ante los retos que se vienen, ¿qué es más conveniente? ¿Tener una representación que nos garantice una participación política del más alto nivel para ser preventivos, o estar retrotraídos?
¿Pero enviar un beneplácito a un régimen que nosotros decimos que viola derechos humanos, como el de Venezuela, por ejemplo, no es una contradicción?
-Rodolfo Solano: No, porque nosotros tenemos relaciones diplomáticas con ellos.