Los problemas de contaminación del agua no se acaban en Costa Rica y ahora es el turno del cantón de Buenos Aires de Puntarenas, en la Zona Sur.
Resulta que el líquido para el consumo humano que brinda el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) en las comunidades de El Socorro, San Rafael y Santa María del distrito de Brunka se encuentra contaminado con excremento de ganado.
Denuncias de vecinos acusan que los tanques de recolección de agua se encuentran destapados “a cielo abierto”, lo cual permite que los animales contaminen de cualquier forma el líquido que posteriormente llega a las viviendas.
La situación fue denunciada por los vecinos de dichas comunidades, no obstante, las autoridades no actuaron sobre el caso.
Ante tal situación, un vecino acudió a la Sala Constitucional al considerar que su derecho a recibir agua limpia, así como a salud están siendo vulnerados. Según indica el afectado en el recurso de amparo, los problemas no se acaban ahí, pues en Santa Rosa, localidad del mismo distrito, cada vez que llueve cortan el servicio y en ocasiones llegan a pasar días sin que los funcionarios del AyA lo reconecten.
Del mismo modo afirma que estos problemas fueron expuestos ante los miembros de la junta directiva del AyA, los cuales indicaron que existe falta de recursos económicos para atender la problemática.
Sin embargo, la institución aceptó las denuncias en su respuesta ante la Sala IV e informó que dentro de sus planes a corto plazo en la región se encuentra la puesta en marcha del proyecto de “Mejoras Acueducto Integrado de Buenos Aires, Puntarenas”.
Así, tras análisis de los magistrados, se declaró el recurso con lugar y ordenó a la sede regional del AyA ejecutar un plan remedial en un plazo de 12 meses, contado a partir de la notificación de la sentencia.
“Asimismo, deberán los accionados implementar el presupuesto necesario para la ejecución de la obra, con la finalidad que en el plazo dispuesto se brinde una solución a la problemática planteada en este recurso”, se lee en el fallo.
La sentencia ordena, al mismo tiempo, adoptar medidas inmediatas para garantizar, por los medios alternativos necesarios, que las poblaciones perjudicadas puedan abastecerse de agua apta para el consumo humano en tanto se concluyen las mejoras indicadas.