El pastor Harllan Hoepelman es uno de los 14 diputados de la fracción del Partido Restauración Nacional (PRN). Tiene más de 20 años de trabajar con jóvenes en situación de vulnerabilidad de los barrios del sur de la capital, desde la Iglesia Generación de Campeones, donde dice ha “levantado” hasta cuatro generaciones de muchachos que superaron vicios y salieron adelante.
Reconoce que apenas pudo llegar a noveno año, aunque con orgullo dice que ha ayudado más al país que muchas personas que cuentan con amplios estudios.
Defensor de la vida y opositor al aborto, Hoepelman cree que los hombres de fe como él pueden aportar mucho en política. Junto a sus asesores visitó las instalaciones de DIARIO EXTRA, donde expuso algunos de sus proyectos como la “Ley SOPA”, que crearía un seguro para los que pagan pensiones alimentarias.
A continuación, un extracto de la entrevista.
¿Como pastor qué opina de las críticas en el sentido que las religiones no deberían mezclarse con la política?
-Cualquier persona es libre de pensar como quiera, yo los respeto, pero creo que las personas que amamos a Dios tenemos mucho que aportar a la nación. Antes de ser diputado trabajé por más de 20 años con jóvenes de los barrios más marginales del país, sin necesidad de ser político. También me señalan que cuáles son mis estudios. Bueno, yo tuve que comenzar a trabajar a los 12 años, no tuve un papá que me pagara los estudios. Soy empresario, no pude terminar de estudiar, llegué hasta noveno año, pero conozco gente con maestrías que no ayuda ni a la mamá, ni al papá que le pagó los estudios, y nosotros sin tenerlos a cuántas familias hemos ayudado.
En campaña se les acusó de aprovecharse de la gente, por ejemplo que un pastor viva del diezmo y las ofrendas. ¿Qué piensa de esos señalamientos?
-Es como si uno le preguntara a un médico oncólogo si no le da pena vivir del cáncer de los demás, o el que arregla un carro seguro va a estar deseando que haya muchos choques, no. Repito, ¿cómo una iglesia se va a sostener si no es por el diezmo y las ofrendas? En Alajuelita, donde nadie hace nada positivo por los jóvenes, ¿quién atiende a 2.000 muchachos en los barrios del sur Nadie. No nos aprovechamos de nadie repartiendo diarios, ayer lo hicimos y la campaña ya terminó. Repartimos 30 diarios al mes. ¿Cómo? Con lo que la iglesia recoge. Yo tengo un salario y estoy ad honorem en la iglesia, más bien soy el que más dona.
¿Cómo llega a Restauración Nacional?
-Por nuestro trabajo en la iglesia alguien nos dijo que por qué no trabajaba en política. Estuvimos un poco reacios al inicio, pero hace cuatro años trabajamos fuerte para que Fabricio (Alvarado) quedara (como diputado), ahora nos tocó el fenómeno Fabricio y estuvimos en una papeleta que nadie pensó que fuéramos a llegar. Pero somos gente de fe y lo que decimos es si es de Dios, se da. Si yo no fuera político, ya estoy trabajando por el país.
¿Usted apoyaría que un padre católico se convierta en diputado?
-Sí, siempre y cuando sea un líder comunal, una persona que haga algo por el país. En política se ocupa liderazgo, no solo conocimiento; se ocupa capacidad de ejecutar, de moderar y aportar al país.
¿Qué proyectos pretende impulsar a favor de la juventud?
-Hay una problemática tremenda en los barrios del sur de la capital, entre ellos la falta de respuesta que tienen los jóvenes que ni trabajan, ni estudian. Son muchachos que han tenido que luchar desde muy pequeños, a veces van a la escuela solo por la comida y ya cuando tienen 12 o 14 años salen a buscar trabajo para ayudarle a la mamá y no saben que así nadie les va a dar trabajo. A los que hemos enviado al INA, desde la iglesia, nos dicen que no hay cursos o que ocupan que su papá o mamá los autoricen, cuando muchos ni la tienen. Podríamos pensar entonces en una ley que les dé esa autonomía y hacer sus propios trámites.
¿En el tema de drogas?
-En el caso de las drogas no vemos que se haga nada en las escuelas y colegios. Vemos actividades culturales que promueven el consumo de alcohol, que es la peor droga que existe, y el Estado no hace nada; debería obligarse con campañas, como se hace con los cigarrillos en sus empaques. Tenemos la Calle de la Amargura, que está a la par de una de las universidades más importantes del país.
¿Qué impresión ha tenido de la Asamblea Legislativa?
-Yo entré con mucha expectativa de aprender cosas nuevas y en eso estamos, conociendo de los procesos, del reglamento, del horario incluso. La gente cree que es otra cosa, pero es cansado, se hacen muchas cosas, la ocupación es tremenda y el desgaste también. Hay mucho compañerismo, tal vez no hemos entrado a ver temas escabrosos y posiciones tan divididas como el aborto y el plan fiscal, y vamos a ver si el buen ambiente se mantiene y nos estamos preparando para esos tiempos de discrepancia.
¿Cómo ve la discusión en el tema del aborto, ya que el PAC quiere introducirlo y el PRN insiste en que es pro vida y no permitirá que se apruebe?
-Ese y otros temas se deben tocar. Queremos dejar claro que el aborto, vida, familia y suicidio son temas importantes. Creemos que la vida es una base esencial de donde se desprende todo lo demás, creemos que es un derecho fundamental. El aborto es contra la vida, hasta donde yo sé es muerte, y creo que en el Primer Poder de la República se deben tocar temas que defiendan la vida.
¿En el caso del aborto terapéutico, que estipula el Código Penal en su artículo 121, cuál es su parecer?
-Hay temas que deben tocar personas muy especializadas como doctores para ver hasta dónde es salud y hasta donde es irresponsabilidad; que sea un criterio no de la mamá, sino del médico. Porque si no, nos vamos a encontrar que mucha gente va a manipular la medicina a su conveniencia y es un tema muy ambiguo porque hay científicos que dicen “eso no es una persona, sino una masa que no ha nacido y no hay vida ahí”, pero ahora nos dicen que si hay una gota de agua en Marte es porque hay vida. Es decir, solo cuando conviene, o sea no son consecuentes y por eso vamos a defender la vida.
¿En el tema de la reforma fiscal en qué pueden ceder y en qué no?
-Tenemos claros los puntos en que no, como son los impuestos a los medicamentos, la canasta básica, la educación privada, la salud privada, los impuestos a las iglesias, cuando aportan tanto a nivel social prestando sus templos e instalaciones en casos de emergencias, que es labor que le toca al Estado, y ahora nos quieren pedir más dinero. Creemos que no es consecuente ni justo.
¿Están claros en que existe una crisis fiscal y se debe resolver?
-Sí, entendemos que se debe aprobar y trataremos de ser los más ágiles, pero lo haremos defendiendo al pueblo y a la gente que representamos.
¿Se han reunido con los sindicatos?
-Al menos a mi despacho no nos han pedido ninguna audiencia, pero nunca los hemos rechazado, tenemos las puertas abiertas.
Usted presentó un proyecto de ley que crea un seguro para quienes pagan pensión alimentaria, llamado Ley SOPA. ¿En qué consiste?
-Consiste en un seguro para la gente que paga pensión alimentaria a los hijos, a la mamá o al papá y que funciona cuando la persona se queda sin trabajo. Sabemos que la tasa de desempleo en este momento afecta a 230.000 personal a nivel nacional, cerca de un 10,5%. Entonces la gente se queda sin trabajo, pero la pensión sigue sumando, el niño sigue comiendo y yendo a la escuela, pero el papá ya no recibe salario. Ese padre responsable al verse en esta situación gasta los recursos que le quedan y llega el momento en que un juez le dice “le doy un mes para que consiga trabajo, si no va para la cárcel”. Según nos dicen los estudios, una persona tarda entre tres y seis meses consiguiendo un trabajo, si le va bien.
¿Cómo funciona?
-Esta ley es un seguro para los más vulnerables, que son los niños o las mamás y los papás, para que puedan seguir recibiendo la pensión durante tres meses a un 100% y los segundos tres meses un 50%, que es lo que cubre el seguro, mientras esa persona busca trabajo. En este momento solo en La Reforma hay más de 300 hombres privados de libertad (que se les llama “apremiados de libertad”) por no poder pagar la pensión alimentaria, en condiciones de hacinamiento terribles. El Estado gasta ¢270 millones por mes por esos 300 que están en prisión. Al Estado le cuesta mantener a esta persona ¢30.000 diarios por estar en la cárcel por día. Si se multiplica eso por un mes son casi ¢1 millón por no poder pagar una pensión que en promedio es de ¢60.000 a ¢90.000.
¿Cómo se financia el seguro?
-Un 2% saldría de la persona que paga la pensión. Si hoy paga ¢100.000 de pensión aporta un 2% más; es decir, pagaría ¢2.000 más para el seguro. La persona que recibe la pensión aportaría un 1%; es decir, si recibe ¢100.000 devuelve ¢1.000 y Fodesaf aporta un 1%. Lo importante es que si pasa algo, me aseguro que voy a recibir la pensión por ese lapso.
¿No es beneficiar a los padres irresponsables que no pagan la pensión?
-No estamos defendiendo a los irresponsables, es importante que este seguro solo se aplica cuando la persona fue despedida con responsabilidad patronal o cuando sufrió un accidente laboral y no puede trabajar, y por último cuando hay muerte. No vamos a alcahuetear a nadie. En este momento hay 241.000 pensiones alimentarias, que son alrededor de 500.000 niños que se benefician de las pensiones; si se suma a la mamá y al papá, son más de 1 millón de personas que tienen en su familia asuntos de pensión. Es más del 20% de la población y por eso creemos que este proyecto puede ser de mucho beneficio.
Extradirecto
Asamblea Legislativa: Responsabilidad
Ley SOPA: Oportunidad
Pensiones alimentarias: Niños
Restauración Nacional: Esperanza
Tasa de desempleo: Emergencia
Aborto: Muerte
Familia: Dios
Derechos Humanos: Controversia
Juventud: Pasión