Kamala Harris pidió este domingo pasar página con un “plan divino” para “curar la división” y Donald Trump prometió un Estados Unidos más “rico”, “seguro” y “fuerte”, a dos días de unas elecciones presidenciales muy reñidas.
La vicepresidenta demócrata afirmó haber votado por correo. La papeleta va “camino a California”, declaró a periodistas en Míchigan.
“Pasemos página y escribamos el siguiente capítulo de nuestra historia, un capítulo basado en un plan divino lo suficientemente grande como para abarcar todos nuestros sueños”, “lo suficientemente fuerte como para curar la división” y “lo suficientemente audaz como para abrazar la posibilidad: el plan de Dios”, afirmó en una iglesia cristiana en ese estado clave.
Recordó un pasaje de las Escrituras del profeta Jeremías que dice: “Porque yo conozco los planes que tengo para ti”, planes “de bienestar y no de calamidad, para darte un futuro lleno de esperanza”.
Este domingo, Harris apuesta todo a Míchigan, un emblema del llamado “cinturón del óxido”, región del Medio Oeste de Estados Unidos marcada por el declive industrial.
Está muy igualada con su rival.
Empate técnico
La última encuesta de The New York Times/Siena muestra algunos cambios en los estados en disputa, pero siguen en empate técnico, dentro del margen de error.
La víspera un sondeo muy reputado da a la vicepresidenta Harris por delante del expresidente republicano Trump por tres puntos en Iowa, donde el conservador ganó en 2016 y en 2020.
La realizó “uno de mis enemigos”, se quejó Trump este domingo en un mitin en Pensilvania. “Las encuestas son tan corruptas”, añadió.
Este estado es uno de los más codiciados de los siete pendulares, aquellos que no han sido bastión del partido republicano ni del demócrata.
Las llaves de la Casa Blanca se consiguen por una diferencia de tan solo decenas de miles de votos en estos estados.
En Pensilvania, donde viven cientos de miles de puertorriqueños, a Trump podría costarle caro el comentario de un humorista que dijo en uno de sus mítines que Puerto Rico es como una “isla flotante de basura”.
Opciones opuestas
“Compito contra una persona totalmente corrupta, en realidad no compito contra ella, compito contra una máquina corrupta llamada el Partido Demócrata, un partido totalmente corrupto”, afirmó Trump este domingo.
Pidió a sus seguidores que “sueñen en grande”. Si él gana “Estados Unidos será más grande, mejor, más audaz, más rico, más seguro y más fuerte que nunca”, dijo.
“Acabaré con la inflación, detendré la invasión de un gran número de criminales que entran en nuestro país”, prometió, refiriéndose a los migrantes en situación irregular, según él su prioridad número uno.
El candidato republicano también irá a Carolina del Norte (que ya visitó el sábado dos veces) y Georgia.
Más de 76 millones de personas ya han emitido su voto por anticipado en estos comicios fuera de lo común, con un presidente, Joe Biden, que se retiró de la carrera en julio debido a las presiones de su bando y dos intentos de asesinato contra Trump.
La expectación es máxima, con dos opciones en las antípodas ideológicas.
Ella lo ha llamado “fascista”. Otro tanto ha hecho él y además la tacha de “marxista” y “comunista”.
Miedo
Más allá de la dialéctica electoral, Harris ha hecho una campaña enfocada en el centro y Trump es el orgulloso líder del movimiento “Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo”, conocido por sus siglas en inglés MAGA.
El republicano es el primer expresidente condenado por un delito y con cuatro inculpaciones pendientes.
En la recta final, aumenta el miedo a un posible estallido de violencia si Trump pierde y se niega a reconocer su derrota, como hizo en 2020.
Mitin tras mitin el republicano abona el terreno diciendo que hay fraude y los demócratas hacen “trampas”.
Es posible que haya que esperar días para conocer el nombre del ganador.
*Créditos: AFP.