La Defensoría de los Habitantes reveló que el Hospital San Vicente de Paúl, en Heredia, enfrenta una de las peores crisis de ocupación al registrar un hacinamiento que oscila entre el 150% y el 220%.
Según el informe, el centro médico ha tenido que maniobrar ocasionando cierres técnicos momentáneos para ocuparse solamente de los traslados de pacientes que llegan en estado crítico.
Por ende, la Defensoría recomienda a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) agilizar diferentes proyectos arquitectónicos, entre ellos la construcción del Área de Salud Heredia-Cubujuquí, cuya fecha está programada para 2028, pero ante las necesidades piden “meterle el acelerador”.
“Además, la Defensoría recomendó a la CCSS valorar el otorgamiento de tiempos extraordinarios para fortalecer los servicios de urgencias de la Sub Red Heredia y diseñar una estrategia y plan de acción para la dotación de más Ebais para la Red de Servicios de Salud de la Región Central Norte”, señaló.
FALTAN RECURSOS HUMANOS Y MATERIALES
Una de las maniobras que aplica el Hospital San Vicente de Paúl es la maximización de espacios, puesto que, aunque tiene capacidad para 41 pacientes en camillas, debió acomodar sillas y camillas en los pasillos para atender a la gran cantidad de pacientes.
En recurso humano se aconseja pedir ayuda a otros centros de salud para atender la demanda en los servicios, principalmente en la parte de emergencias.
“La Defensoría de los Habitantes recomendó a la Dirección Médica del Hospital San Vicente de Paúl identificar las necesidades de recurso humano y desarrollar un plan estratégico para su dotación como refuerzo para la atención del Servicio de Emergencias y adoptar medidas de tiempo extraordinario de conformidad con lo dispuesto por la normativa institucional, posibilidades financieras y de salud ocupacional, entre otras acciones”, indica el informe de la Defensoría.
UNO MÁS EN LA LISTA
El San Vicente de Paúl se sumó a la lista de hospitales que presentan una saturación crítica, anterior a esta situación la Defensoría y diversas instituciones levantaron la voz debido a serios problemas de hacinamiento.
El primer hospital por el cual se alzó la voz debido a la saturación fue el Max Peralta, en Cartago, donde no solo la Defensoría emitió un informe, sino que la Contraloría General de la República y la CCSS también expresaron su preocupación.
“Desde hace varias semanas se vienen haciendo ajustes para optimizar los espacios, los recursos materiales y el recurso humano, pero la afluencia de usuarios es tan importante que la espera para los pacientes menos graves (clasificados como “verdes” y “blancos”) se alarga, al tiempo que se reduce la capacidad física”, comunicó Krisia Díaz Valverde, directora del San Vicente de Paúl.
En ese momento el ente contralor indicó que el hospital de Cartago trabajaba a su máxima capacidad operativa. Por ejemplo, la sala de observación está equipada para recibir menos de 30 personas, pero alberga cerca de 90.
Posteriormente, quizás la situación más dramática la vivió el Hospital Nacional de Niños, donde la ocupación encendió las alarmas del Ministerio de Salud y la CCSS.
En este centro médico la ocupación de camas llegó al 161%; es decir, de las 67 originales expandieron 50, llegando a 117 para tratar a todos los menores con afecciones respiratorias. Asimismo, el San Juan de Dios reportó en los últimos días una ocupación superior al 157% en el Servicio de Emergencias.