Para los policías penitenciarios hablar por celular, chatear, revisar el correo electrónico, leer revistas y periódicos, oír música o ver televisión en horas laborales es abandono de trabajo, por eso podrían ser despedidos.
Así lo explicó ayer Guillermo Ugalde, director de la Policía Penitenciaria.
Ugalde firmó una circular en la cual se les prohíbe a todos sus subalternos el uso de celulares, situación que ha provocado malestar en ese gremio y hasta amagos de huelga porque la califican de discriminatoria respecto al resto de empleados públicos.
Agregó que la prohibición es para aquellos policías penitenciarios que están en servicio, sobre todo cuando se requiere que su vista esté hacia la zona de vigilancia y que sus oídos presten atención a los ruidos que se producen en su entorno.
“Incluso su olfato si acaso llegara a darse algún incendio. Debe de estar atento a eso. Esas son las condiciones de los sentidos que se requieren del policía penitenciario.
Podríamos incluso tener una persona manca, pero necesitamos que tenga su vista, su oído y su olfato al 100% para detectar cualquier situación que se esté presentando en los centros penales”, comentó Ugalde.
Para el director de la Policía Penitenciaria si el oficial tiene su vista puesta en una revista, un periódico, un televisor, un celular; o si tiene su oído prestándole atención a una canción, entonces no podrá cumplir con su trabajo.
“Ese es el trabajo. Acá a nadie se le ha engañado, cuando se les contrató se les dijo que así era. Además se les dio toda la inducción explicándoles cuál es el trabajo”, agregó.
Ugalde dijo que el no poner atención a su trabajo y dedicar su tiempo al celular es una falta grave calificada como abandono de trabajo. “Si una persona se distrae en su teléfono, en una conversación, en un chateo, no está prestando atención a sus tareas y es abandono de labores”, acotó.
Aseguró que cuando un policía tiene una situación de emergencia familiar debe comunicarlo a su superior para que sea relevado de su puesto y pueda ir a la oficialía a hablar por teléfono.
“Lo que no es viable es que una mujer policía le esté resolviendo todos sus asuntos a la familia a la casa mediante su celular. Una vez que termina su labor podrá hacer uso de su teléfono”, concluyó.