Con un mensaje antidrogas, Gustavo Petro asumió la presidencia de Colombia como el primer mandatario de izquierda y pretende liderar acuerdos de paz con los grupos que financian el narcotráfico.
En la plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, ante nueve presidentes, incluido Rodrigo Chaves Robles, mandatario costarricense, Petro prometió “conseguir la paz definitiva” en su mandato.
El exsenador y exguerrillero, a sus 62 años, habló a los 50 millones de cafeteros que viven en un país acosado por de inequidad, rezagos económicos de pandemia y violencia cíclica de 60 años.
“Es la hora del cambio. Hoy empieza la Colombia de lo posible. Estamos acá contra todo pronóstico, contra una historia que decía que nunca íbamos a gobernar, contra los de siempre, contra los que no querían soltar el poder”, destacó.
PACTOS A CUMPLIR
El nuevo mandatario colombiano refirió que cumplirá lo señalado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el pacto con la guerrilla firmando la paz en 2016 para convertirlas en partido político, y ofreció a los grupos que siguen en armas beneficios penales si renuncian a la violencia.
“Convocamos (…) a todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado. A aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz”, dijo.
Tampoco escondió a Estados Unidos, planteando el fin de la “fracasada guerra antidrogas” que Washington alienta desde hace cuatro décadas.
“Es hora de una nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado”, dijo el nuevo mandatario del país con la mayor producción mundial de cocaína.
CHAVES EN REUNIONES
Precisamente, previo al traspaso de poderes, el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, y el canciller Arnoldo André Tinoco se reunieron con el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrad, en una reunión que mejorará los lazos entre ambos países.
Igualmente, la agenda del mandatario costarricense incluía otra reunión con representantes de Portugal.