En la actualidad mueren en Siria entre 5.000 y 6.000 personas cada mes, de acuerdo con la ONU, que basa sus cálculos sólo en muertes documentadas.
Ginebra, (dpa) – Al menos 93.000 personas perdieron la vida hasta finales de abril a causa del conflicto armado interno en Siria, según estimaciones dadas a conocer hoy en Ginebra por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En la actualidad mueren en Siria entre 5.000 y 6.000 personas cada mes, de acuerdo con la ONU, que basa sus cálculos sólo en muertes documentadas. En el verano de 2011, meses después del estallido del conflicto, el promedio mensual de víctimas mortales era de un millar.
\”Esta tasa de muertos extremadamente alta refleja el deterioro dramático de la situación\”, comentó la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
De los 93.000 muertos, más de 6.500 eran menores de edad, y de ellos, casi 1.730 niños menores de diez años, indicó la funcionaria. La mayor parte de los muertos se registraron en Damasco y sus alrededores, seguido de Homs, Alepo e Idlib.
Los principales estragos de la crisis los sigue sufriendo la población civil. \”Día tras día, las tropas gubernamentales disparan o atacan desde el aire áreas urbanas\”, afirmó Pillay. Además de emplear misiles, también utilizan bombas de racimo y bombas termobáricas, que desprenden más calor y cuyo efecto se prolonga por más tiempo.
\”Además, hay informes documentados de forma creíble sobre torturas y ejecuciones de niños y familias completas, incluidos bebés\”, señaló Pillay. La Alta Comisionada llamó a todas las partes implicadas en el conflicto a \”declarar un alto el fuego, antes de que decenas de miles de personas más mueran o resulten heridas\”.
La estadística de víctimas comprende el periodo entre marzo de 2011 y abril de 2013. En ese tiempo murieron 92.901 personas, pero desde abril continuó aumentando el número de víctimas mortales.
El número de muertos constatados es el mínimo que puede haberse registrado en el país, pues únicamente se recopilaron los casos en los que se conocía el nombre de la víctima, así como el lugar y la fecha de la muerte.
En total, se recabaron datos de ocho fuentes diferentes sobre más de 260.000 muertos, pero los expertos sólo recogieron en la lista final a quienes cumplían los tres criterios anteriores.