Golpe fuerte al crimen organizado tendrá que esperar por recorte presupuestario.
Para nadie es un secreto que 2023 es un año que marcará un hito en la historia del crimen en Costa Rica. Han sido 12 meses con múltiples homicidios, sicariato, extorsión y otros delitos asociados al narcotráfico que azotan fuertemente la seguridad nacional.
Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), conversó con DIARIO EXTRA de este y otros temas.
Señaló puntos de suma importancia para paliar la ola de criminalidad y violencia que ha golpeado tan duramente este último año, además de los arduos esfuerzos y retos durante el año.
“Uno de los temas más importantes es la normalización y lo más complicado de asimilar por parte de la sociedad, que crea que eso es normal, correcto. El sentimiento de asombro que debería tener la gente es tal vez lo más alarmante de esta situación porque debería generarse esa reacción social”, declaró.
¿Cómo ha sido para usted como director del OIJ enfrentar este año y trabajar ante el aumento de la violencia e inseguridad?
-Fue un reto mayor porque la verdad no me pasaba por la mente estar en este puesto, yo estaba muy contento haciendo unas vacaciones en ese momento a don Walter Espinoza, quien era el director. Con toda esta situación se complicó un poquito más, sin embargo, el OIJ tiene una gran ventaja que se debe destacar y reconocer: el material humano con que contamos es excelente. Los compañeros y jefaturas conocen muy bien su rol, saben cómo hacer las cosas, igualmente los investigadores, la tasa de allanamientos es exitosa. Es decir, el OIJ tiene esa capacidad de resiliencia ante situaciones como las que están sucediendo y eso hace mucho más fácil el trabajo.
¿Cuál ha sido la diferencia de su labor al frente del OIJ respecto a la de otros directores?
-Sabíamos desde inicio de año que se iba a complicar, ya desde febrero sabíamos que íbamos a terminar en 900 homicidios. Temíamos llegar a un colapso en los 700 homicidios porque la capacidad operativa da hasta ciertos puntos y niveles. La parte mía y de don Michael (Soto, subdirector del OIJ) fue empezar a hacer todos los movimientos que ocupábamos para que el OIJ no colapsara para este fin de año y por dicha lo hemos logrado con tantas estrategias que tuvimos que establecer para conseguir eso que creo que al final nos ha permitido estar a flote, sacar casos grandes de investigación, seguir con delitos ordinarios, robos, asaltos, hurtos y continuar. Este mes de diciembre por dicha vienen a la baja todas esas acciones que venimos haciendo, es la parte diferenciadora que está dando frutos, todos los días detenemos gente por homicidio, todos los días. No vamos a tirar la proyección de homicidios 2024 porque tenemos la fe y la convicción de que con estas acciones vamos a lograr bajarlas.
¿Cuál es el reto que enfrenta como institución al momento de crear ese trabajo en conjunto con los demás poderes del Estado?
-Aquí, en Costa Rica, lo más difícil es el seguimiento, seguido por articulación, esa articulación entre poderes. Por ejemplo, tenemos acercamiento con el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), una de las instituciones que más necesitamos tener articulación, sin embargo, no lo hemos logrado al ciento por ciento como quisiéramos con otras instancias como el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa. Todas estas articulaciones traen un gran desgaste, ayer salí a las 8:30 p.m. de la Asamblea Legislativa. Al final los réditos se dan, nos sacaron de la regla fiscal, nos aprobaron la excepción del impuesto de valor agregado (IVA), nos permiten hacer traslados de las cuentas, por ejemplo, salarios. Estas conquistas entre comillas ya las teníamos hace cinco años, exentos de la regla fiscal, los traslados de cuentas y no teníamos el problema del IVA. Son conquistas entre comillas, pero ya las teníamos.
¿Con este recorte presupuestario se verá afectado el desarrollo de los operativos que se realizan cada semana?
-Tal vez no se ha explicado bien, llevamos un ritmo de sacar un grupo criminal fuerte cada semana. Usted ha visto, sacamos el grupo de robo de vehículos con 40 personas involucradas; anterior a eso sacamos a los Estupiñán, un grupo muy fuerte, quienes han sido todo un mito a nivel del OIJ. Desde que estoy en Planes y Operaciones, desde 2013, habíamos intentado en múltiples ocasiones detenerlos y no se había encontrado la fórmula mágica, ya por dicha hemos encontrado una forma que ha ayudado mucho, que es legitimación de capitales. Los que no podemos detener por un tema de investigaciones ordinarias de crimen organizado, pues nos vamos por el lado de legitimación de capitales y ahí también ya los podemos detener, y así muchos casos fuertes. El caso de Pecho de Rata en Cahuita, anteriormente otros casos importantes. Para la próxima semana teníamos un trabajo grande que ya no se va a poder sacar, estamos viendo toda la estrategia legal para ver si Hacienda nos devuelve el dinero. Todas estas situaciones nos distraen de la meta nuestra, que es detener los grupos criminales. Con este atraso, por ejemplo, los grupos criminales tienen una semana de tiempo, donde podrían matar a alguien o extorsionar, lo que sea que hacen siempre estas organizaciones.
¿Cuál es la afectación más grave con este recorte al presupuesto de la policía judicial?
-Por la metodología de trabajo este edificio tiene la problemática que no se pueden hacer reuniones, prácticas, que se requieren cuando se hacen allanamientos, operativos policiales o lo que sea. Esto afecta en todo lo que corresponde al tema de planificación y trabajo. Un ejemplo, ¿recuerda cómo era la Asamblea Legislativa antes? Era terrible. Ahora tienen un edificio de última tecnología, los diputados tienen la oportunidad de sentarse, reunirse y hacer trabajos; esa es una diferencia importante. Aquí no la tenemos. El hecho que nos vayamos 3.000 funcionarios a trabajar donde está previsto el nuevo edificio va a dinamizar la economía del lugar, revalorizar los precios de los lotes, la generación de puestos de comidas, negocios de alquiler de apartamentos, o sea, generar una serie de aspectos que yo sí considero esto un error histórico y por ¢2.000 millones. Al final para Hacienda es una gota de agua en una deuda que son billones de dólares, pero para nosotros sí es un mundo que hace la diferencia. Estas contradicciones que se dan, que por un lado se habla de mano dura, cuando ya se pide de verdad que se ponga la mano dura y que se aplique alguna posibilidad de recursos para la policía para completar esa mano dura, hasta ahí llegó el discurso. Los grupos criminales ven un vacío de poder y lo aprovechan inmediatamente. Esa señal que se envía hacia afuera que no estamos coaccionados, que estamos fracturados, es bastante grave.
Violencia, drogas y consumo
Tal como lo indicó el director del OIJ, se espera que para diciembre el comportamiento de la criminalidad disminuya, sin embargo, los expertos aseguran que el país atraviesa altos niveles de consumo de distintos tipos de drogas, lo que haría que continúen los conflictos entre grupos criminales y ajustes de cuentas.
“Diciembre siempre es un mes de mucha aglomeración, tanto de personas como de dinero, y para el narcotráfico no es la excepción. Hay también más movimiento humano, dinero y, por ende, adquisición de drogas, pues hay un aumento en los consumidores, incluso los ocasionales.
Los narcotraficantes entonces aprovechan estos movimientos para la generación de más ganancias. La ambición es parte de ese mundo y se generen así movimientos importantes en los cargamentos de drogas, sobre todo en las costas.
Lo ideal sería que la Fuerza Pública y las autoridades no bajen las alertas, sobre todo ante el aumento del turismo en estas fechas”, aseguró Gerardo Castaing, exdirector del OIJ.