Sueño de triunfar en primera división le llegó hasta los 32 años.
Desde niño soñó ser futbolista profesional, pero el destino quiso que ese anhelo se tuviera que postergar durante casi 30 años.
Steven Cárdenas, delantero y figura del Sporting FC, lidera la tabla de máximos artilleros del Torneo Clausura 2024 con siete anotaciones. A los 32 años vive sin duda el mejor momento de una carrera llena de obstáculos en la que nunca se arrugó ante la adversidad.
Cárdenas se crio en Pavas, el distrito más poblado de San José y casualmente la casa del equipo en el que brilla en la actualidad, su familia era de escasos recursos y la plata no alcanzaba para sacar adelante a los cinco hermanos, por esa razón pasó buena parte de su infancia en un internado donde forjó el carácter y la capacidad para no doblarse ante la adversidad.
“En mi infancia me costó mucho seguir mi sueño de ser futbolista, mi familia era de bajos recursos, no pude ir a una escuela de fútbol, me tocó a la fuerza. Talvez nadie confiaba en uno. A los 13 años mi mamá tuvo que meterme a un internado porque no tenía cómo mantenerme, ahí estuve tres años, estudiábamos y llevábamos cursos del Instituto Nacional de Aprendizaje, me ayudó mucho para hoy en día en el tema de valores”, expresó el futbolista.
Desde muy pequeño sobresalió como goleador en los equipos del barrio, le consiguieron una prueba con Alajuelense en ligas menores, fue elegido, pero tuvo que renunciar porque no tenía dinero para costear los pasajes de bus entre Pavas y Alajuela. Había que ganarse la vida y muy joven le tocó ponerse a trabajar.
“A los 17 años trabajaba con mi papá en una mueblería, en el internado saqué mi carrera en litografía. Me ha tocado trabajar de Uber, de display, hasta lavando carros, me tocó de todo, no me arrugué porque sabía mi norte, me iba a costar más, pero iba a llegar”, indicó el 7 del Sporting.
El fútbol siguió siendo su pasión, trabajaba en el día y entrenaba en las noches con equipos de Linafa (tercera división) y la Liga de Ascenso. Lo más que le daban eran los viáticos para ir a los partidos el día domingo.
Con ese ritmo de vida no se alimentaba bien y empezó a batallar contra la báscula.
“Yo en algún momento pesaba 83 kilos, me tocaba andar recorriendo lugares y no tenía tiempo de comer a la hora adecuada, menos pensar en pasar a comer sano. Había que cumplir una ruta y me costó mucho ese tema del peso”, recuerda con una sonrisa.
El técnico Kenneth Barrantes fue clave en la carrera de Cárdenas. Lo llevó a jugar en Santa Ana y ahí se coronaron campeones de Linafa en 2018 luego vino su paso por Barrio México donde fue máximo goleador ya en segunda división y de ahí el salto al Municipal Grecia. En el club griego tuvo poco protagonismo, pero fue la primera vez que pudo renunciar al trabajo y vivir 100% del fútbol.
“Yo estaba en Barrio México e igual me tocaba trabajar en Sardimar, cuando quedo goleador se acerca Grecia y ahí sí no podía trabajar porque había doble sesión, ahí cambió por completo mi vida, ahí empecé a cumplir mi sueño”, finalizó Cárdenas, quién no para de soñar y ahora apunta a seguir destacando en el Sporting con dos metas en el horizonte: jugar en el extranjero y ser convocado a la Selección Nacional.