Una cifra histórica. Es lo que emitirá en deuda el Gobierno Central para el segundo semestre del presente año.
Se anunció que la expectativa de colocación para ese período es de ¢2 billones. La cifra supera los ¢1,8 billones del primer semestre.
Eso se compara con una familia que tiene que recurrir cada vez más a los préstamos para poder salir adelante con los gastos de sus hijos y del hogar. La consecuencia de seguir así se asemeja a una quiebra.
El plan implica que se coloque una menor cantidad en bonos de corto plazo, en comparación con los primeros seis meses del año.
De hecho, la programación a menos de un año se reduce casi a la mitad, pasando de un 24% a un 10%. También habrá una menor colocación en dólares generando un impacto positivo en materia de riesgo cambiario.
Lo anterior manda al mercado una señal de acomodo, quitando un poco de presión a las tasas de interés, al tomar previsiones sobre los vencimientos.
Martha Cubillo, tesorera nacional, indicó a DIARIO EXTRA que no cree que sea necesario la presentación de nuevos presupuestos extraordinarios a la Asamblea Legislativa, más allá de los ¢900 mil millones en agenda.
“La cifra de colocación prevista para estos seis meses es superior a la que hemos proyectado en periodos anteriores, debido a una disminución de los ingresos y a las altas necesidades de financiamiento del Gobierno Central, asociadas al déficit fiscal y los vencimientos de deuda interna de los próximos meses. Este plan incluye las colocaciones de deuda mediante los mecanismos de subastas, ventanillas y contratos de colocación”, agregó Cubillo.
Del total que se proyecta colocar en el mercado primario durante el semestre, a la fecha ya se han colocado más de ¢385 mil millones, fomentando las colocaciones en plazos de referencia de tres, cinco, siete y 10 años.
La estrategia es ambiciosa, pues recientemente los inversionistas estuvieron demandando otro tipo de instrumentos, según las propias cifras de la Tesorería Nacional.
Algo que apunta a favor del Gobierno, es la menor necesidad de captación por parte del Banco Central, quitando competencia al Ministerio de Hacienda.
Se prevé realizar al menos dos operaciones de gestión de pasivos (canjes y subastas inversas) durante el semestre, para las series con vencimiento en el 2018 y primer semestre del 2019, tanto en colones, como en dólares.
Durante la presentación, Hacienda también dio a conocer los resultados de las colocaciones del primer semestre de 2018, por un monto de ¢1,8 billones. Dicha suma superó en ¢0,6 billones la colocación anunciada a inicios del año (¢1,25 billones).
“Este requerimiento por ¢2 billones y el monto mayor a lo previsto, colocado en el semestre anterior, son un reflejo más de la situación apremiante que vive el país en materia fiscal, a pesar de la cual, Hacienda siempre ha honrado y bajo mi gestión, siempre honrará sus compromisos con los inversionistas”, enfatizó Rocío Aguilar, ministra de Hacienda.
La jerarca recalcó que, ante la ausencia de nuevos ingresos provenientes de una reforma fiscal, la razón deuda sobre Producto Interno Bruto (PIB) sigue deteriorándose, lo que expone al país a una mayor vulnerabilidad ante eventos internos o externos.
Todavía pasando el proyecto de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas rozaría niveles del 50% con respecto al PIB, cifra que se ubica totalmente en el límite y llega a rangos inmanejables.