Mientras que por un lado el gobierno del presidente Carlos Alvarado desprecia la donación de 300 camas hospitalarias que brindó El Salvador a Costa Rica, por el otro la administración se prepara para gastar hasta ¢892 millones por este concepto.
AUTORIZACIÓN
La Contraloría General de la República informó este martes la autorización a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) para una contratación de urgencia para el “equipamiento requerido para la continuación de la estrategia de expansión de camas para el abordaje de la pandemia por Covid-19”.
Según el ente contralor, la nueva contratación de urgencia es “por un monto máximo de $1.458.586”.
Específicamente la CCSS pretende comprar 48 cánulas de alto flujo, 258 circuitos para cánulas, 64 monitores de signos vitales no invasivos, 10 monitores de signos vitales invasivos, 9 ventiladores mecánicos, 15 oxímetros, 8 aspiradores y 2 videolaringoscopios.
En el oficio DCA-4833 emitido por la Contraloría este 21 de diciembre se lee: “De conformidad con lo expuesto estima este órgano contralor que con base en las normas de referencia y la situación de emergencia nacional por pandemia así declarada por la Organización Mundial de la Salud en relación a la enfermedad Covid-19 causada por el coronavirus; resulta procedente otorgar la autorización requerida para que la Caja Costarricense de Seguro Social contrate en forma directa con oferente idóneo, equipamiento requerido para la continuación de la estrategia de expansión de camas para el abordaje de la pandemia por un monto máximo de $1.458.586,00 (un millón cuatrocientos cincuenta y ocho mil quinientos ochenta y seis dólares exactos)”.
Eso sí, el ente contralor advierte: “Deberá existir un análisis de razonabilidad de precios que deberá ser suscrito por funcionario competente, así como el acto de adjudicación, que corresponderá según la cuantía del negocio, a quien ostente la misma según el Modelo de Distribución de Competencias en Contratación Administrativa y facultades de adjudicación de la Caja Costarricense de Seguro Social”.
Agrega: “Se advierte que la verificación correspondiente de la contratación requerida en el presente oficio será responsabilidad de Jorge Granados Soto en su condición de Gerente a.i. de la Gerencia de Infraestructura y Tecnología de la Caja Costarricense de Seguro Social o quien ejerza este cargo”.
CONTRADICCIÓN
Para diputadas de oposición en el Congreso, tanto de Liberación como de Unidad Social Cristiana y Restauración Nacional, resulta contradictorio el gasto si se toma en cuenta que Daniel Salas, ministro de Salud, prácticamente despreció la ayuda que brindó el presidente Nayib Bukele a Costa Rica para aumentar su capacidad hospitalaria, la cual hoy se encuentra al borde del colapso.
En aquel momento, si bien Salas agradeció el gesto de Bukele, dijo que era una acción muy compleja trasladar dicho equipo médico.
“Cien camas no es la cama per se, es la cama con personal capacitado, con personal capacitado que pueda hacerle frente, que pueda solventar justamente el manejo de los pacientes en cuidados críticos y eso es lo que se debe realmente valorar en la oferta que hace El Salvador”, explicó el ministro de Salud.
Agregó: “Igual la logística de enviar un paciente crítico en avión, y no solo uno, sino 100. Es supercomplicado y complejo. No creo que exista un antecedente de hacer esa logística”.
Salas afirmó que la posibilidad de hacer uso de dichas camas es casi imposible por esos factores.