Dos hombres fueron víctimas de un gatillero que acabó disparó a ambos en plena vía pública, mientras se encontraban dentro de un vehículo el cual, en apariencia, era propiedad de uno de ellos, identificado como Luis Gerardo Venegas Cruz de 51 años.
El segundo fallecido no fue identificado por las autoridades judiciales, sin embrago, los ciudadanos de la localidad lo reconocieron bajo el alias de “Carne Molida”.
Los hechos tuvieron lugar en el sector del antiguo Decar en Limón, al costado oeste del cementerio número 3.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) explica que el brutal asesinato ocurrió en horas de la tarde cuando, supuestamente, un hombre llegó caminando hasta la ventana del conductor y, sin mediar palabra, comenzó a disparar en la humanidad de Gerardo y lo impactó en la garganta y la cabeza, y así le quitó la vida instantáneamente.
Sumado a eso, con el fin de no dejar testigos en el sitio, procedió a disparar una ráfaga más en contra del acompañante y los dejó malherido, para después huir del lugar.
Los vecinos de la localidad fueron quienes dieron aviso a las autoridades a través de la línea de emergencia 9-1-1, quienes despacharon las unidades de Fuerza Pública y agentes judiciales para las respectivas pesquisas del caso.
ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE
De acuerdo con el reporte preliminar de las autoridades, al arribo del OIJ, estos hallaron el cuerpo de Gerardo sentado en su vehículo sin vida, mientras que el presunto acompañante ya no estaba en el lugar, ya que fue trasladado al Hospital Toni Facio por un carro particular, según les confirmaron los lugareños.
Sumado a eso, los testigos comentaron a los investigadores que el herido fue trasladado en una situación crítica por un supuesto conocido, que decidió no esperar a la ambulancia, ya que la víctima estaba entre la vida y la muerte.
Trascendió que, al llegar al centro médico el conocido como Carne Molida, entró a sala de operaciones, pero los doctores no pudieron hacer nada y lo declararon fallecido ahí mismo.
PRUEBAS BALÍSTICAS
Por otra parte, en el epicentro del suceso, los oficiales de la Sección de Inspección Oculares del OIJ se quedaron recabando información y encontraron indicios balísticos en los alrededores del vehículo donde yacía el cuerpo de Gerardo.
Las pruebas que fueron remitidas al Complejo de Ciencias Forenses en San Joaquín de Flores, Heredia, con el fin de encontrar pistas que dirijan la investigación a dar con el homicida de estas dos personas.
A su vez, los uniformados levantaron el cuerpo a la orden de un juez para trasladar los restos a la Morgue Judicial, mientras que otra unidad judicial se trasladaba al centro médico para hacer el levantamiento del segundo cuerpo.
Al cierre de esta edición, las autoridades recalcaron que el caso se mantiene en investigación y hasta el momento es todo lo que se conoce de los hechos.