Decir que la nueva refinería está deteniendo la diversificación de la matriz energética nacional y la apertura del abanico de posibilidades energéticas más limpias, no es correcto y distorsiona la realidad del país y desconoce los ingentes esfuerzos que está realizando Recope para liderar el proceso de diversificación de fuentes de energía.
Respondiendo a las argumentaciones expuestas recientemente por el economista Carlos Leiva, en su artículo de opinión “Razones para rechazar el proyecto de la refinería de Recope con una empresa china”, queremos aprovechar para exponerle a los ciudadanos las razones que justifican la nueva refinería, pues esta no solo se ajusta a las necesidades del país, sino que va de la mano con las oportunidades que ofrecen los energéticos del futuro como los biocombustibles, el gas natural (LNG) o el hidrógeno. La refinería no es el único proyecto, es parte de toda una estrategia que el país necesita para su desarrollo y en este aspecto los combustibles fósiles siguen siendo una fuente en el mundo y en nuestro país, y lo serán por los próximos 30 años.
La dependencia del petróleo no terminará de la noche a la mañana, pero no podemos negar que el mundo está en un proceso de evolución hacia energías alternativas más limpias.
El ejemplo de República Dominicana es muy válido. Este país por medio de incentivos ha logrado introducir el LNG en la industria eléctrica y en el sector transporte; hasta marzo del 2013 ya habían 10 mil vehículos convertidos, así como 14 estaciones de servicio. Solo enfrentan problemas de distribución en zonas alejadas del país, pero el proceso sigue pues es un energético más limpio, con precios hasta un 59% más bajos que la gasolina y 37% menos que el gas licuado de petróleo (GLP).
En Costa Rica Recope ya efectuó los análisis correspondientes y está trabajando en un plan de inversiones para dotar al país de un sistema adecuado de almacenamiento y distribución de LNG en el mediano plazo y se empleará como energético en la nueva refinería en vías de construcción. Además se ha dejado abierta la posibilidad de que los industriales puedan, desde ahora, importarlo directamente en ISOtanques especializados para el transporte de líquidos como combustible, mientras la empresa se prepara para brindar el servicio de abastecimiento.
Cabe indicar que la rentabilidad de una planta de LNG está supeditada a que el ICE consuma 100 mil toneladas de este producto para generación base o permanente, compromiso que dicha entidad no puede asumir por ahora, ya que está desarrollando dos grandes proyectos hidroeléctricos (Reventazón y Diquís) los cuales reducirán significativamente la producción térmica.
Paralelamente, Recope cuenta con una planta experimental de biodiésel que funciona en el plantel de El Alto y, en las terminales de distribución, se han hecho inversiones en infraestructura para el almacenamiento y dosificación de mezclas de etanol y biodésel con hidrocarburos. Cabe mencionar que vemos con buenos ojos y apoyamos iniciativas privadas que han incorporado el biodiesel en cooperativas de autobuses y a los taxistas que se han adecuado sus unidades para el uso de GLP.
Por tanto, decir que la nueva refinería está deteniendo la diversificación de la matriz energética nacional y la apertura del abanico de posibilidades energéticas más limpias, no es correcto y distorsiona la realidad del país y desconoce los ingentes esfuerzos que está realizando Recope para liderar el proceso de diversificación de fuentes de energía.
Es contradictorio argumentar que se debe rechazar la refinería por el tamaño de 65.000 barriles diarios, cuando al igual que el señor Leiva se está pensando en la incorporación paulatina de nuevas alternativas, que llegarán a futuro a sustituir gran parte de la demanda de derivados del petróleo.
En cuanto a que en materia de hidrocarburos es mejor seguir dependiendo de las grandes refinerías que se ubican en la Costa del Golfo de los Estados Unidos, pues según el señor Leiva, “producen combustibles a costos más bajos”, es una argumentación ilusa pues la gasolina no se podría vender a esos precios en un país importador como el nuestro.
Es un negocio, donde operan productores, proveedores, intermediarios etc. que tienen que ganar.
Al precio costo que ellos ofrecen se suman el transporte o flete (que en el caso del crudo es más barato que el de productor terminados), el seguro, el margen de ganancia del proveedor, los inspectores independientes y la calidad del producto (este último factor tiene varios costos incluidos) por mencionar solo algunos items que integran los costos de importación.
Recope actualmente importa los combustibles especialmente de la Costa del Golfo de los EE.UU. y se ha encontrado con que dependiendo de la temporada y las condiciones climáticas, las calidades del producto varían y para que nos mantengan las especificaciones vigentes en Costa Rica, se deben pagar importantes “premiums”; no obstante lo anterior, Recope ha sido destacada por la Cepal por la eficiente gestión de compras, la más eficiente de Centroamérica según sus estudios.
Además, importar, almacenar, trasegar y realizar las inversiones pertinentes para asegurar el abastecimiento local, son costos de operación de Recope (operación que ha sido eficiente, ya que el país nunca ha sufrido desabastecimiento de producto) y se deben mantener independientemente de si se refina o no junto con otros factores fuera de su control como los márgenes de comercialización y flete de las estaciones de servicio y el impuesto único.
Cabe indicar que del “precio único” país que mantiene Costa Rica, no significa precio subsidiado y no es comparativo el precio con Panamá, pues estos distan demasiado de los que rigen en toda Centroamérica, por la ubicación comercial de ese país y políticas económicas que ellos aplican, incluyendo el mantener una carga impositiva sumamente baja para este y muchos otros productos.
* Periodista Jefe, Departamento
de Comunicación y Relaciones
Públicas, Recope