Madrid, 31 oct (EFE).- A sus 80 años, José Luis Garci no para de ver películas, pero no tiene ganas de hacer más. Vive feliz sin móvil, sin conducir y sin venirse arriba ahora que un público cinéfilo joven le está redescubriendo. “Yo no creo en la posteridad”, afirma a EFE la próxima Medalla de Oro de los Premios Forqué.
La Entidad de Gestión de los Derechos de Autor (EGEDA), con su presidente, Enrique Cerezo, al frente, ha convocado este jueves a Garci y a los medios para ir preparando el que será uno de los platos fuertes de la gala de entrega de los Premios Forqué, el 14 de diciembre en Madrid.
La Medalla de Oro es un reconocimiento a la trayectoria, en este caso la de un guionista, cineasta, escritor y divulgador que siente el cine como “una historia de amor”. Se enamoró en enero de 1951 cuando a los 7 años vio unos minutos de ‘Lo que el viento se llevó’ y se sigue enamorando en octubre de 2024 tras ver ‘Joker: Folieu à Deux’.
Tarantino y su admiración por ‘El Crack’
Las películas de Garci, su ritmo y su pausa, viven aquí y ahora. Reconoce que los jóvenes le están redescubriendo.
La trilogía de ‘El crack’ es un ejemplo. Cuenta Garci en la entrevista a EFE que el idilio comenzó al decir Quentin Tarantino que había visto la primera parte y elegido planos para sus propios trabajos. “Y es cierto, me lo dijo cuando hablé con él”, desvela.
Sonríe Garci justo después porque se imagina comentando la anécdota con su gran amigo Horacio Valcárcel, guionista de ésta y otras tantas películas suyas. Se reirían, apunta. “Nunca lo hubiéramos pensado”, añade.
Echa de menos a Valcárcel con frecuencia. Y a Alfredo Landa, Encarna Paso o Antonio Ferrandis, la pareja protagonista de ‘Volver a empezar’, la película que dio a España su primer Óscar en 1983.
Dice Garci que también les echará de menos cuando le entreguen la Medalla de Oro. Porque sus películas no las hizo él; las hizo con ellos y ellas.
No ser “un idiota integral”
El director de ‘Asignatura pendiente’ se quita trascendencia. “No creo en la posteridad. Claro que me gusta que la gente joven vaya a ver mis películas. Supongo que con el tiempo te vas haciendo más atractivo. Esto me pasa con 40 años y me lo creo. Ahora no. Si me creyera todo esto, sería un idiota integral”.
El tiempo ha cambiado, el cine ha cambiado, él ha cambiado. Pero no deja de estar al día. Habla maravillas de la serie ‘El pingüino’ y muy bien de ‘La infiltrada’, de Arantxa Echevarría, estrenada hace un par de semanas.
No para de ir al cine, apunta, aunque no sea igual que cuando era niño. Narra una anécdota de hace pocos días: fue a una sala de Madrid a ver la segunda parte de ‘El Joker’ y apenas había gente, apenas trabajadores que mirasen su entrada. Nada que ver con las multitudes de los 50, con aquel ruido, aquella sociedad.
El cine y el futuro
Garci no se ve haciendo cine. No se ve buscando dinero. “No quiero perder el tiempo; estoy por un mundo sin reuniones y ya no tengo ansiedad por hacer una película porque no me ha quedado nada por hacer”, resume. ¿Que le llaman? Se lo piensa. De hecho, le han llamado, pero para hacer un programa de televisión.
No le seduce la posibilidad, a no ser que le dejen hacer un programa sobre cine mudo. Entonces sí, asegura, y de este modo “los jóvenes descubrirían de dónde vienen las cosas que les gusta tanto ahora”.
El cine tiene futuro, proclama; debe tenerlo. “El cine siempre ha ido por delante de la vida, esperemos que esta vez también vaya”. EFE