El gobierno peruano abrió las puertas el viernes a una posible reanudación este año del torneo de fútbol de primera división pero sin público, a pesar de la suspensión hasta 2021 de toda actividad masiva decretada a causa del nuevo coronavirus.
“Si todas las personas (futbolistas, árbitros, entrenadores) garantizan que están sanas, podrán jugar al fútbol\”, afirmó el ministro de Defensa, Walter Martos.
\”La cosa es evitar las aglomeraciones”, agregó Martos, en declaraciones al canal de televisión ATV.
El objetivo de las autoridades locales es que, por lo menos, se pueda reanudar el torneo Apertura de primera división, pero sin aficionados en las gradas de los estadios.
La decisión de jugar a puerta cerrada es perjudicial para las ya mermadas economías de los equipos.
La reanudación del torneo sería transmitida por televisión, que ya pagó por derechos anuales.
El gobierno peruano informó, hace una semana, que los espectáculos deportivos integraban el grupo de actividades que tardarían en volver a la normalidad.
Las autoridades tienen previsto una vuelta gradual a la normalidad, a partir del 27 de abril luego que cese la cuarentena el día previo.
El campeonato entró en receso el 12 de marzo, cuando se habían disputado apenas seis fechas del Apertura, ante la emergencia sanitaria decretada en Perú por la pandemia del nuevo coronavirus.
La parálisis y la falta de ingresos llevó a las autoridades deportivas a cancelar el torneo de segunda división del año 2020.
La Federación Peruana de Fútbol tiene planeado reunirse con los clubes, en fecha por determinar, para evaluar que decisión tomar.
Mientras tanto, los futbolistas se entrenan en casa, dirigidos por sus técnicos de manera remota.
Aunque todos los torneos nacionales e internacionales están suspendidos desde marzo en Sudamérica por la emergencia del coronavirus, los clubes peruanos de la primera división no quieren que sus jugadores pierdan su estado físico ni sus habilidades técnicas.
El caso más notorio del impacto del COVID-19 en el fútbol peruano lo protagonizó el club Coopsol, de la segunda división, que despidió hace una semana a todo su plantel de jugadores y al cuerpo técnico por la suspensión de torneos tras quedarse sin patrocinadores.
Perú registraba hasta este viernes 13.489 contagios (+998 respecto del jueves) y 300 muertos (+26).