Daniel Calderón, viceministro de Seguridad y director general de la Fuerza Pública, le dijo a El Periódico del Pueblo que pasaron de proteger y defender la vida de los ciudadanos honestos a custodiar a líderes narco que se encuentran recluidos en centros hospitalarios.
Lo anterior tras el reciente ataque infructuoso que sufrió el sujeto alias “Chimichurri” en el Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas, donde un sicario ingresó con la intención de acabarlo.
“Lamentablemente esta situación de Puntarenas ha despertado la atención de los medios de comunicación, pero para nosotros casi que es normal poner custodia las 24 horas en un hospital, porque tenemos ahí recibiendo atención médica a personas con un alto perfil delictivo”, sostuvo el jefe policial.
Según Calderón, se trata de personas vinculadas a causas por homicidio, tentativas de homicidio y estructuras criminales por temas de narcotráfico, pero al final se termina destinando el recurso policial que se tiene en estos lugares para la protección de los funcionarios de la salud, además de los sospechosos que no deberían estar en libertad.
“Este caso particular de Puntarenas estamos hablando de tres personas y que tuvieron que ser reubicadas en hospitales de San José, donde tenemos que tener recurso policial ahí destacado”, añadió el director de Fuerza Pública.
GUERRA NARCO
Para Calderón lo que está pasando es una guerra entre estructuras criminales, principalmente narcotraficantes, que no son desconocidas para la policía. Los antisociales han sido objetivo de investigaciones del OIJ, PCD, Fuerza Pública que los pega en las calles por portación de armas, vinculación a hechos violentos o para decomisarles cantidades de dinero que provienen de actividades ilegales o que no demuestran su origen.
“Contra esas personas, contra esas estructuras, los miembros de esas estructuras con ese perfil criminal tan alto, vinculados a hechos de violencia, se requieren medidas más fuertes, justamente después que la policía los detiene y presenta ante una autoridad judicial”, concluyó el viceministro de Seguridad lanzándole la china al Poder Judicial que al final termina soltándolos.