México. (EFE) – Las rachas de fuertes vientos se perfilan como la causa del accidente aéreo del martes en el estado mexicano de Durango, en el que milagrosamente sobrevivieron los 103 ocupantes del avión de la compañía Aeroméxico, que quedó completamente destrozado. Las imágenes de los restos humeantes y arrasados de la aeronave siniestrada, de la que falta toda la parte superior, hacían temer un desenlace trágico, pero todos los pasajeros y tripulantes lograron salir del avión antes de que se incendiara.
El gobernador de Durango (norte del país), José Rosas Aispuro, afirmó que, gracias a la oportuna intervención de los equipos de emergencia federales, estatales y municipales y de la aplicación correcta de los protocolos de auxilio, se logró evitar una tragedia de grandes proporciones.
En un comunicado emitido por el Gobierno estatal, Aispuro afirmó que la aeronave fue impactada cuando despegaba por una fuerte ráfaga de viento que la hizo descender bruscamente y tocar tierra con el ala izquierda, lo que causó el desprendimiento del motor del mismo lado.
El aparato se desplomó, salió fuera de la pista desplazándose sobre el terreno y quedando aproximadamente a 300 metros de la misma, añadió.