Palma (España), (EFE).- El fuego que desde el viernes pasado se desarrolla en las afueras del municipio mallorquín de Andratx (islas Baleares, Mediterráneo) ha arrasado ya 1.800 hectáreas y obligados a desalojar a unos ochocientos vecinos de la zona.
El origen del fuego, según las autoridades, puede haber sido la quema imprudente de unos rastrojos por parte de un vecino de la zona, ya que las llamas se extendieron rápidamente, favorecidas por el viento cambiante y la ola de calor que padece la isla.
El incendio forestal afecta a una zona poblada por pinos y encinas del extremo oeste de la Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Sobre el terreno trabajan unas cuatrocientas personas pertenecientes a cuerpos de bomberos, sanitarios y soldados de la Unidad Militar de Emergencias, que suelen participar en la extinción de incendios graves.
Se trata del incendio más importante que se registra en Mallorca en lo que va de siglo, según las autoridades, que vaticinan que pasarán décadas hasta poder recuperar lo quemado.