Francia. (AFP) – Más de 200 candidatos a diputado renunciaron a la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, en plenos esfuerzos de la oposición de izquierdas y del oficialismo para impedir una mayoría absoluta de la extrema derecha.
“Los únicos que pueden obtener una mayoría absoluta es la Agrupación Nacional (RN). Hay que impedirlo”, dijo el primer ministro de centroderecha, Gabriel Attal, respecto al partido ultraderechista de Marine Le Pen.
La llegada al poder de la extrema derecha, por primera vez desde la liberación de Francia de la ocupación de la Alemania nazi, sumaría un nuevo país en la Unión Europea gobernado por esta tendencia, como Italia, y cada vez más voces llaman a impedirlo.
“El domingo vamos todos a votar y contra el único extremo que hay”, escribió en las redes sociales Aya Nakamura, la cantante en francés más escuchada en el mundo. Un colectivo de unos 20 conocidos raperos también lanzó una canción de protesta titulada “No pasarán”.
Pese a la creciente presión y al mensaje de Attal, la alianza de centroderecha del presidente Emmanuel Macron se mostró dividida sobre esta estrategia de construir un “frente republicano” contra la extrema derecha, junto a la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP).
Esta estrategia pasa por concentrar el voto en el candidato “republicano” con más posibilidades de derrotar a un rival de extrema derecha en posición de fuerza, en aquellos casos en que tres o más candidatos accedieron a la segunda vuelta prevista para el domingo.
Los franceses escogen a 577 diputados en sendas circunscripciones con un sistema mayoritario a dos vueltas. El pasado domingo la alta participación y la dispersión del voto abrió el camino a más de 300 balotajes con tres candidatos o más, que se reducirán finalmente a unos 110.
Según el último recuento de AFP, 127 candidatos del NFP se retiraron, así como 81 de la alianza de Macron. Los de otros partidos, como dos de RN por otros motivos, también abandonaron antes de que finalizara el plazo la tarde de este martes.
Algunos miembros de la alianza oficialista se mostraron reticentes hasta el último minuto a considerar que La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), que forma parte del NFP junto a socialistas, ecologistas y comunistas, es tan peligrosa como la extrema derecha.
“Dejar los dos extremos frente a frente es muy peligroso”, escribió en la red social X el ministro de Ruralidad, Dominique Faure, quien finalmente retiró su candidatura este martes a “pedido” de Macron y Attal.
El candidato ultraderechista a primer ministro, Jordan Bardella, denunció “alianzas de deshonor” y pidió a los electores una mayoría absoluta “frente a la amenaza existencial para la nación francesa” que a su juicio representa la coalición de izquierdas.