Un balazo en el cuello y otro en el tórax acabaron con la vida de un colombiano identificado por las autoridades policiales como Johnny Cerna Tobar, de 39 años, que iba manejando en las cercanías de la Panasonic, en San Rafael de Alajuela,
La trágica muerte ocurrió cuando lo acompañaba su hija, quien tiene cuatro años de edad.
Al parecer, dos sujetos motorizados persiguieron a Cerna, le dispararon en al menos seis ocasiones y lo mataron.
“Se nos informó por el 9-1-1 de una persona herida por arma de fuego, al lugar se trasladaron las unidades de Belén. Al llegar encontramos un vehículo tipo 4×4, con un masculino adentro, fallecido y con varios impactos de bala. Además, una niña de cuatro años, que viajaba con el sujeto, afortunadamente ella estaba ilesa y quedo bajo las órdenes de las autoridades”, compartió el cruzrojista, Osvaldo Vega.
LA HIJA VIO TODO
La central de monitoreo de la Cruz Roja confirmó que la niña estaba ilesa, por lo que Fuerza Pública coordinó con el Patronato Nacional de la Infancia (Pani) para custodiar a la menor.
En la escena, las autoridades policiales de la unidad 1731 encontraron seis casquillos de un arma tipo nueve milímetros.
El incidente se reportó a las 9:30 p.m., a 300 metros este de la Panasonic, frente a la farmacia Saba, el sitio sería el límite entre Belén y San Rafael.
El fallecido viajaba en un vehículo tipo pick-up, blanco, marca Volkswagen.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hizo el retiro del cuerpo y ahora investiga las causas que habrían motivado los hechos.
DIARIO EXTRA conversó con la profesional en psicología, Eugenia Ocampo, quien aseguró que el gran reto que tienen las autoridades es no victimizar a la niña, que no la traten como la “pobrecita”, ya que, como único testigo de los hechos, es probable que indaguen para conocer el momento exacto en que mataron a su padre.
“A esas edades hay cosas que no se procesan, como por ejemplo el concepto de la muerte, sí lo percibe y el trauma quedaría como una huella de memoria”, comentó la psicóloga Ocampo.
La menor podría llegar a sentir culpa y problemas para entender la abrupta situación. Ahora su estado mental podría depender de como los psicólogos forenses la aborden.
POSIBLE AJUSTE DE CUENTAS
El Periódico de Más Venta en Costa Rica conversó también con el profesional en criminología Andrés Muñoz, quien piensa que los delincuentes están utilizando una modalidad bastante marcada e innovadora en el país.
“Los que ajustician no respetan si la persona anda con su familia, lo que están haciendo es aprovechar los espacios de confianza para realizar el ataque”, comentó Muñoz.
La lucha entre bandas, para Muñoz, es compleja, la intensidad está aumentando a niveles no antes vistos en el país. “El mercado de la droga es como la maleza, detienen o matan a uno de los líderes, pero quedan los mandos medios, por lo que las organizaciones están mutando con las detenciones u homicidios (…) ya que el poder va rotando”, comentó.