Una auditoría de la Contraloría General de la República (CGR) evidenció una serie de debilidades en los programas de capacitación técnica que ofrece el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
El informe critica el nivel de los programas de capacitación, pues lo califica como bajo, tomando como referencia los periodos de matrícula entre el 2017 y el 2019.
“Existe una brecha entre lo ofertado por la institución y la demanda de las necesidades del mercado, pues en el Instituto existe una concentración en trabajador calificado, siendo que se requiere mayor cantidad de técnicos especializados”, menciona el documento.
COBERTURA
Según los datos analizados por la auditoría, los programas de capacitación técnica cada vez tienen menos cobertura.
“La cobertura de la población de 15 años o más, muestra una tendencia decreciente en los años 2017-2019 resultando en 1,3%, y 1,0% respectivamente, atendiendo a 51.100 personas de 3.839.007 mayores de 15 años en 2017 y a 41.644 de 3.946.474 en 2019”, señala la auditoría.
El informe también menciona que cerca de 1.400 personas menos provenientes de los sectores bajos del índice de Desarrollo pudieron egresar del INA.
“Por otra parte, durante el periodo 2017-2019, los porcentajes de cobertura de las poblaciones de interés institucional han mostrado, con excepción de los referentes a la población Indígena, una tendencia a la baja”, añade el escrito.
La Contraloría también menciona que no hay un registro de la oferta formativa hecha especialmente para las poblaciones que socialmente tienen alguna desventaja, principalmente las personas que conviven con alguna discapacidad.
PERTINENECIA
En cuanto a las necesidades que debe suplir la institución, la Contraloría encontró que, en las capacitaciones técnicas, hay menor participación de estudiantes en comparación con la cantidad de horas que se invierten en el proceso.
“Para el período 2017-2019, indican que hubo incrementos de 19,0% en la cantidad de horas impartidas y de 2,6% en la cantidad de módulos impartidos, y que por el contrario hubo una disminución de 1,8% en la cantidad de participantes y de 21,2% en la cantidad de personas egresadas de dicha especialidad”, afirma la Contraloría.
En capacitación eléctrica hay un aumento del 6% en la demanda de los cursos, no obstante, el nivel de deserción asciende a casi un 3%.
“En lo relativo a los programas del idioma inglés, existen situaciones que limitan su eficacia en virtud de que se carece de mecanismos que evalúen si la formación recibida cumple con los estándares establecidos, lo anterior en virtud de que el otorgamiento del nivel de cualificación respectivo no está ligado al nivel de logro de las habilidades evaluadas”, relata el documento.
BAJA EFICIENCIA
Uno de los aspectos que destaca el análisis del ente contralor es el bajo rendimiento de los programas de capacitación.
“Reducción de 10,0% en la cantidad de horas impartidas, disminución de 16,5% en la cantidad de participantes que se matricularon en programas y de 22,4% en la cantidad de personas egresadas de programas de capacitación”, alega la auditoría.
La Contraloría también mencionó que, en el periodo de análisis, la ejecución del presupuesto bajó un 0,2% en algunas sedes, sin embargo, eso no representó ningún peso significativo en las finanzas institucionales.
“Se tiene que los productos INA contemplados en el análisis muestran un costo incremental, lo cual limita la capacidad de prestar más servicios a la población”, concluye el informe.