Abner Hudson, extremo derecho de 18 años
Con apenas 18 años, Abner Hudson se ha ganado un puesto estelar dentro del Municipal de Pérez Zeledón en este Torneo Apertura 2024. El extremo derecho, oriundo de Limón, es uno de los últimos descubrimientos del técnico Horacio Esquivel, quien lo conoce desde que era prácticamente un niño.
“A Abner lo conocí siendo un niño en Manzanillo, era un chico que llegaba a la cancha de Puerto Viejo y se me había perdido de vista. De pronto lo veo en Guadalupe, me comunico por allá y me lo traigo. Tuve a sus primos en Limón FC en Primera División, conocí el entorno y la fortaleza del jugador del sur de Limón, yo lo que menos me fijo es en la edad, sino en el talento, que hay que pulir. El biotipo que vaya relacionado con el juego, en la parte emocional me fijo mucho”, contó el estratega de los Guerreros del Sur.
Esquivel recuerda a Hudson cuando surfeaba, desafiando las olas más grandes, un factor que considera clave para su actual desarrollo como futbolista. “Son muchachos que no tienen temor a las cosas, el pánico escénico no lo tienen porque se van con una tabla a surfear desde muy pequeños. Ahí veo que son fuertes mentalmente. Es importante saber de dónde vienen y qué problemas tienen. Uno tiene la confianza de que el muchacho no tiene pánico escénico. No les meto presión”, detalló el técnico de P.Z.
El entrenador de los Guerreros del Sur intenta siempre estar al tanto de la vida privada de sus futbolistas: “Es importante saber la vida personal, no para meterse en sus cosas íntimas, pero sí para apoyarlos. Todos somos seres humanos y tenemos momentos de desestabilización emocional. Primero hay que ganarse la confianza y hablar con el jugador porque uno tiene que conocer el comportamiento, tanto como futbolista como con el entorno con los demás compañeros”.
En el caso de Abner, tuvo un muy buen partido ante Alajuelense, pero el entrenador lo lleva con calma porque sabe que apenas comienza. “Él puede jugar en línea de 3 como volante lateral. Ahorita lo estamos usando de media punta y tiene muy buena ida y vuelta. Cuando el muchacho se equivoca hay que protegerlo, él con los errores va a ir aprendiendo. Hay cosas que, cuando tengo que aplaudirlas, las aplaudo en público, cuando los corrijo, lo hago en privado, porque a veces abren las alas y todavía no han aprendido a volar, entonces yo les corto esas alas y los ubico”, concluyó el estratega.