Ante la crisis por la que atraviesa el país por la pandemia por el Covid-19, DIARIO EXTRA buscó a varios destacados músicos nacionales para que contaran cómo surgieron, que obstáculos tuvieron en su desarrollo artístico, así como algunas anécdotas. Uno de ellos es Fernando Castro, líder de Vía Libre, quien en 1973 fundó la agrupación cuando apenas era un jovencito. También dio un mensaje de esperanza a la gente en estos tiempos tan difíciles.
¿Cómo empezó en la música?
-Yo empecé tocando con el Pibe Hine, en un club de jazz que se llamaba el 4:15, quedaba por el Colegio Superior de Señoritas en San José. Estando con el Pibe la idea era hacer un grupo no en Costa Rica, sino en España. Me acuerdo que en ese tiempo Paco Navarrete me dijo que debía ir por allá pues fue contratado por la embajada y me invitó a irme con él pues sabía que yo quería hacer un grupo. La idea era que una vez estando en España allá me quedaba. Lo pensé y accedí. Me acuerdo que primero fue un viaje a Panamá luego a Nicaragua y finalmente a Nueva York.
¿Por qué iba hacer un grupo en España desde Costa Rica?
– En ese viaje a Nueva York fui junto Pitusa, Edwin Amador, Chico Brenes, Arnoldo Gamboa y Asdrúbal Zamora, entre otros. Me acuerdo que esa gira me sirvió para cambiar la idea de hacer el grupo en España. Porque si pasaban cosas, era más fácil estar pendiente en Costa Rica en vez de estar cruzando el charco cada vez que se ocupaba. Vía Libre lo armé en Costa Rica con varios integrantes de aquella época como Koki Zamora en el piano, Raimundo Pérez, un guitarrista que vive en Nueva York y de quien nunca supe más de él, así como Leonel Obando. Finalmente, tras varias pruebas, quedamos Bernal Valverde, Adolfo Saénz, mi hermano Edgar Castro “El Escapado” y Roberto Iglesias.
¿Cómo financió el grupo?
-Recuerdo que don Carlos Lachner, un gran empresario nacional, siempre ayudó a los músicos nacionales, en mi caso nos prestó ¢10 mil. Con esta cantidad, sumada a unos ahorros, fui a Estados Unidos, específicamente a Kirkland Washington, casi llegando a Canadá, para comprar el equipo. Hice una travesía por toda la costa este de Estados Unidos, pasando por Portland, Oregon, California, hasta llegar a la frontera con México. En el camino vi una pareja de recién casados, me dio mucha alegría verlos. Esa noche tras pasar la frontera, al día siguiente que venía manejando, para mi sorpresa me topé un accidente y era la pareja los recién casados. Luego pasé el desierto de Sonora donde me paraba la policía para pedirme mordidas y me preguntaban si llevaba armas. Me acuerdo que andaba sin camisa pues es un lugar en que la temperatura sobrepasa los 40 grados y se tarda varios días cruzarlo. Se me descompuso el bus y a como pude, lo puse a un costado del camino. Había una cantina cerca y fui a ver quiénes podían ayudarme, pero me decían que cuánto les echaba. Pedían propina para hacer un favor. Luego pasé por Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Llegando a Peñas Blancas me acuerdo que yo le traía unas cosas a una prima hermana que era cónsul, que ese ese momento le llevaba la propaganda Daniel Oduber. Eran unos botones publicitarios de cara a la campaña a la presidencia de la República de 1974-1978. Nos pusieron custodios y nos mandaron para la aduana, todo fue un desastre y sin plata. Al final pudimos sacar las cosas. No paso a más. Cuando llegué a la casa el aspirómetro marcaba 11 mil km.
¿Alguna dificultad en esos inicios?
-Una vez tocando en el Salón La Central de San Carlos, alternamos con Los Hicsos, a la vuelta, el cajón del camión se nos fue en un guindo. Gracias a Dios que no fue en el puente de La Vieja pues si no los muchachos no hubieran contado el cuento. Hubo pérdidas materiales y el chofer como el acompañante solo sufrieron golpes, uno sí se quebró una pierna. Cuando pasé el accidente nos solidarizamos y fuimos a sacar las cosas.
¿Que otro momento duro recuerdas?
-Quizá cuando hubo una renuncia masiva y todos los que se fueron armaron otro grupo, en cuenta la persona que manejaba la agenda, pero seguí adelante y con la ayuda de nuevos músicos seguí produciendo y fue cuando grabé \”Flores de papel\” del limonense, Max Forbes, que quizá como un premio a la constancia, resultó ganadora de un disco de oro por su volumen de ventas.
¿Mensaje de esperanza?
-A todos los estimados lectores de DIARIO EXTRA, recordarles la importancia de guardar todas las precauciones para evitar el contagio del del Covid-19, para poder verlos muy pronto sanos y salvos, abrazando a sus abuelos, hermanos e hijos y coreando las canciones de Via Libre. Un abrazo a todos.