San Isidro, Coronado.- En Coronado festejaron la Pascua con mucha leche porque su equipo, el Uruguay, derrotó por la mínima al Saprissa, que venía con una racha de 7 partidos sin perder.
Los dirigidos por Carlos Watson hicieron respetar la casa, les sacaron provecho al viento y las dimensiones de la cancha para minar al “Monstruo”.
Una sola anotación en el primer tiempo bastó para cosechar los 3 puntos y vivir de la renta en el complemento.
El Sapri no fue constante en su juego y lo pagó caro con un hombre menos en el campo. No encontró en sus fichas en ofensiva la llave para salvar la visita a la tierra de San Isidro Labrador.
BROWN EN LA HORA BUENA
La “S” tomó la iniciativa en el juego. José Cancela distribuyó la redonda, Diego Madrigal corrió como loco la banda izquierda y Cristian Lagos se las vio con los centrales uruguayos.
Los morados se acercaron al área local pero no lograron marcar diferencia en la red en esas primeras de tanteo.
Uruguay se pellizcó tras el minuto 10 y equilibró fuerzas cuando se juntaron a jugar Johan Condega y Marvin Angulo, ambos letales con balón dominado.
El cuadro lechero cerró primero espacios, anuló a “Lagol” y empezó a tejer algunas jugadas peligrosas de la media hacia arriba que pusieron en aprietos a la zaga visitante.
El defensa-goleador Keiner Brown apareció en la escena más importante del partido, cuando recibió un centro de Angulo y de cabeza sentenció a De Lemos. Se deshizo de la marca de Gabriel Badilla y sorprendió al “Monstruo”.
El Sapri no reaccionó y perdió a su defensa central Badilla por expulsión. El “Gladiador” le dio un codazo a Condega y el central Hugo Cruz no lo pensó dos veces para mandarlo a las regaderas (minuto 34).
Herrera tuvo el segundo en sus piernas, pero De Lemos lo evitó cuando lo encaró en el uno contra uno. El achique del meta tibaseño fue clave para ahogar lo que hubiera sido el 2-0 de la tarde.
LA “S” LO INTENTÓ
En el complemento el peso del partido lo llevó el Saprissa, que adelantó líneas y luchó por la igualada. Los lecheros de una manera inteligente se replegaron y dejaron en solitario a Herrera para que hiciera de las suyas con su velocidad.
Eso por poco les da frutos a los uruguayos, pues Herrera se animó a picar, superó la marca de un defensor morado y centró a matar, pero de nuevo De Lemos con las uñas rechazó la pelota y no permitió que Condega sellara la acción (60’). La “S” se vio más acelerada, apretó la salida de los locales y aprovechó que estuvo a favor de viento para buscar más jugadas de táctica fija. Pese a la insistencia, ningún jugador morado portó la varita mágica para abrir el cerrojo y cambiar la historia. El Uruguay se embolsó los 3 puntos con mucha cabeza y táctica, y bajó de la nube al “Monstruo” en Domingo de Resurrección.