Antes de emitir cualquier lineamiento para bajar el precio de los medicamentos, es necesario contar con un diagnóstico o estudio previo. Esto porque algunas decisiones políticas podrían no estar tomando en cuenta factores de calidad y salud pública.
Este es el criterio del Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica y por ese motivo es que se está trabajando con el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) en esa línea.
Santiago Rodríguez, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica, manifestó que la idea es presentar un proyecto de ley el próximo año, en el que se aborde el tema de manera más integral.
La primera pregunta que hay que hacerse es ¿por qué el precio de las medicinas es más caro en el país? Y la segunda, ¿en qué parte de la cadena de distribución es que se eleva más?
Se pretende rastrear el producto desde que ingresa al país, incluidos los distintos niveles de comercialización hasta que llega a manos del paciente. Esto pasa por el tema de la intermediación.
¿Y LA CALIDAD?
No obstante, se abordarán también temas de calidad, registro sanitario, farmacovigilancia y todo lo que tiene que ver con salud pública.
“Todas las propuestas políticas son entorno al precio y no estamos en contra de eso, pero se necesita hacer un diagnóstico de la realidad”, dijo Rodríguez.
El Colegio considera que es un error comparar el mercado tico con Nicaragua, España o Estados Unidos, pues cada uno tiene condiciones y sistemas de salud diferentes.
“¿Cómo se va a controlar la calidad? Usted puede comprar más barato a un distribuidor, pero ¿qué pasa si no se hace responsable? Eso es peligroso para la salud pública. Debe tomarse en cuenta la participación de agencias reguladoras a nivel mundial, como la FDA o la Agencia Europea de Medicamentos. No podemos decir que cómo funciona en Europa va a funcionar acá, todo eso hay que controlarlo”, dijo.
El proyecto de ley, que ya contaría con el respaldo de algunos diputados, llegaría incluso a normar aspectos que podrían haber quedado por fuera de los decretos de Salud, para homologar los medicamentos y permitir el ingreso de aquellos que tengan autorización en otro país.
En esta iniciativa participan las casas farmacéuticas, distribuidoras y cadenas, tanto grandes como independientes.