Oficiales de la Policía de Control de Drogas (PCD) detuvieron a 8 personas en 5 allanamientos realizados en diferentes viviendas ubicadas en Calle Chocolate, en San Diego de La Unión, Cartago.
De acuerdo con las autoridades, el 1 de abril los agentes antidrogas iniciaron una investigación en cinco puntos de venta de todo tipo de drogas en el cantón, donde se reportaron 6 denuncias a la línea confidencial 1176.
Se logró corroborar que la organización narco operaba cerca de tres centros educativos y que las ventas las realizaba dentro y fuera de los búnkers, donde recaudaba por día alrededor de ¢500.000 en cada uno. Vendía a vista y paciencia de niños y adultos que caminaban por el lugar.
A un hombre de apellido Segura, líder del grupo, lo pasaron en dos ocasiones por el delito de infracción a la Ley De Psicotrópicos y una por daños agravados. En asocio con dos sujetos apellidados Berrocal proveía de droga el sector, además contaban con colaboradores, entre ellos un menor de 17 años, al parecer vinculado a un homicidio.
Los ayudantes apellidados Alvarado, de 25 años; Segura, de 35, pasado por tenencia de drogas; Jiménez, de 21; y Sancho, de 31, fueron llevados a la fiscalía, donde los interrogaron y esperan alguna medida cautelar.
La PCD decomisó una planta de marihuana de 25 centímetros, destruida en el lugar; 580 dosis y varias semillas de esa droga; 295 dosis de cocaína, 1 arma de fuego con 7 proyectiles, ¢58.000 y $5 en efectivo, así como una picadora de marihuana con residuos.
FIELES A LA FAMILIA
Fuentes confidenciales informaron a DIARIO EXTRA que el grupo estaba asentado desde hacía dos años y gobernaba las ventas de marihuana, crack y cocaína. Los Berrocal dominaban y por los lazos de sangre tenían fidelidad, lo cual le daba fortalece a la organización.
Michael Soto, ministro de Seguridad, manifestó que el sitio contaba con una alta incidencia delictiva, por lo que decidieron actuar de inmediato.
“Presentaba hechos criminales. No vamos a tolerar este tipo de circunstancias, por lo que continuaremos con presencia policial y desarticulando estructuras compuestas por delincuentes que operan en la comunidad”, explicó.
De acuerdo con las autoridades, la afluencia de adictos era constante y sus vendedores se instalaban en esquinas de plazas de deportes y parques. Incluso vendían las sustancias ilícitas fuera de su zona de acción.