En las últimas semanas, pagar cuentas, echar gasolina, hacerles frente a los costos de la educación e ir al supermercado se han convertido en toda una pesadilla para las familias.
Realmente, el dinero que destinábamos para eso en meses pasados ahora no alcanza para nada y en muchas casas ya ni siquiera están saliendo a flote con las necesidades básicas.
Es un tema que ni usted, ni yo ni nadie puede explicar: los salarios ya no alcanzan para nada y eso que dicen muchos que hay que ser austeros y ahorrar, pero definitivamente no se puede o por lo menos no alcanzan a lograrlo quienes tienen salarios promedio.
Y tampoco es un tema de presupuestar mal, de gastar a lo loco, sino que en definitiva todo está más caro de la cuenta, hay productos que no han dejado de subir desde hace varios meses, por lo que llevar una dieta balanceada casi que se volvió un sueño para las mayorías.
Precisamente esta situación económica hace que los ticos estén ansiosos, con pocas posibilidades de dormir en paz, según las últimas encuestas, tanto así que este es uno de los principales retos que tiene el Gobierno de Rodrigo Chaves. También, las mediciones de opinión dejan entrever que, en una escala del 0 al 10 los costarricenses consideran que la economía está en 4,69.
El costo de la vida ha golpeado bastante duro a los ticos puesto que con los mismos salarios se debe hacer frente a aumentos en el dólar, la gasolina y, por supuesto, a los artículos de la canasta básica, indispensables para vivir.
De hecho, 3 de 4 personas encuestadas consideran que este es uno de los aspectos que más ha golpeado a los costarricenses, porque si antes se ocupaba un monto para vivir ahora es necesario el doble y lo peor es que de dónde se agarra la diferencia si los salarios son los mismos.
A nadie le alcanza para vivir, pagar recibos, llevar niños a la escuela ni mucho menos para estarle echando gasolina al carro. Muchos han tomado la decisión de dejar los vehículos en casa y andar en bus para ver si acaso ahorran unos cinquitos que les permitan afrontar otros gastos del hogar.
Lo más preocupante de los últimos porcentajes arrojados por el Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica es que entre las más afectadas con estos temas destacan las mujeres.
Dicha situación alarma y preocupa porque no podemos tapar el sol con un dedo: muchos de los hogares costarricenses son liderados por féminas que tienen bajo su cargo niños y adultos mayores que en la mayoría de las ocasiones no tienen otro sustento que el que llevan estas mujeres a sus casas.
La desesperanza ha tocado la puerta de las jefas de hogar de nuestro país, muchas por más que tocan puertas para conseguir un trabajo no lo logran y cuando tratan de montar un emprendimiento se topan con una y mil trabas para hacerlo, eso genera que se cierren las oportunidades y no podemos obviar que la tasa de desempleo en las féminas alcanzo el 17,8%, porcentaje que se traduce en 176 mil desempleadas.
A pesar de que en Costa Rica hay cientos de problemas y muchos enredos por resolver, y que las encuestas reflejan cientos de dilemas con los que lidian los ticos, lo que sí está aún en números altos es la imagen del presidente.
De hecho, este estudio de la UCR deja muy claro que 7 de cada 10 costarricenses están contentos con la labor del actual gobernante y de su equipo: el 70,1% considera que Rodrigo Chaves esta haciendo un buen trabajo.
Uno de los puntos altos que le rescatan a este presidente es que consideran que si esta luchando contra la corrupción, de hecho, según lo realizado en estos meses los encuestados piensan que esta tendencia de actitud positiva se mantendrá por 4 años.
Sin embargo hay cosas por mejorar, prueba de eso es que los ticos creen que hay falta de acciones en reactivación económica y quizá un poco más de proactividad en ciertas áreas, pero como la Administración apenas va empezando hay que dejarla trabajar a ver si las cosas mejoran con el pasar de los días. Nadie nace aprendido, además hay que luchar con mucha burocracia y algunos mandos medios que no están dispuestos a trabajar.