En 2018 el país se paralizó. El gobierno recién electo de Carlos Alvarado depositó todo su capital electoral en la aprobación de una polémica reforma fiscal.
Dicha iniciativa se aprobó y provocó discusiones no solo en la Asamblea Legislativa, sino también en las calles.
Por 93 días, grupos sociales y sindicales se tiraron a las calles para evitar una reforma que se venía discutiendo desde el gobierno de Abel Pacheco, catorce años atrás.
La magnitud y duración de las protestas produjo una caída en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) nominal del 0,4% y generó ¢138.700 millones en pérdidas, de acuerdo con datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Seis años después, distintos actores señalan la necesidad de volver a someter a discusión una nueva reforma fiscal que permita al Estado obtener más recursos.
LA VOZ DE LOS EXPERTOS
Después de años reduciendo el déficit e incrementando los ingresos fiscales, en los últimos trimestres Costa Rica vuelve a mostrar caídas abruptas en la recaudación de algunos impuestos, principalmente aquellos que se pagan en relación con la riqueza de las personas.
Someter nuevamente al país a un nivel de estrés como el del último cuatrimestre de 2018 o correr el riesgo de volver a hacer la deuda insostenible es una dicotomía que se discute cada vez que el Ministerio de Hacienda publica las cifras fiscales del respectivo mes.
DIARIO EXTRA consultó a tres economistas expertos sobre el tema. Ellos discrepan de si es una buena idea volver a discutir sobre una nueva reforma fiscal, en medio de la coyuntura actual. (Ver recuadro)
TIPO DE REFORMA
Los expertos también consideran diferencias en cuanto a las respuestas a los desafíos actuales en materia tributaria. Morales asegura que “la reforma del 2018 no fue progresiva, se centró en la imposición del IVA. Rodríguez, señala que “cuando se aprueba una reforma, la gente aprende cómo usarla para pagar menos. Por ejemplo, con la imposición del IVA hoy hay personas que pagan por Sinpe Móvil y se evitan esos cobros. La reforma debe ir a encontrar esos vacíos en la legislación del 2018”.
De acuerdo con Franco, no es un momento para hablar de reforma fiscal, pero sí se debe trabajar en mejorar procesos dentro del Ministerio de Hacienda e identifica tres prioritarios: “el proyecto de Hacienda Digital ha tenido demasiados retrasos, se necesita mejorar en ese aspecto. El segundo sería mejorar la gestión aduanera, de manera que permita aumentar la recaudación y evitar el contrabando; y en tercer lugar, la simplificación del sistema tributario porque dejamos de hablar de ello hace rato”.