Washington. (AFP) – La colisión en el aire entre un avión comercial de American Airlines y un helicóptero Blackhawk del ejército estadounidense en Washington ha dejado perplejos a los expertos, dadas las perfectas condiciones de vuelo y los estrictos controles en uno de los corredores aéreos más transitados del mundo.
“No debería haber ocurrido”, declaró el secretario de Transportes, Sean Duffy, mientras que Richard Aboulafia, director general de la consultora AeroDynamic, dijo: “Era un viaje de lo más rutinario”.
En el avión iban 64 pasajeros y en el helicóptero tres militares. Se han recuperado 28 cadáveres y se descarta que haya sobrevivientes.
El número de personal de la torre de control aéreo del Aeropuerto Ronald Reagan “no era normal para la hora del día y el volumen del tráfico” en el momento del accidente, según un informe preliminar interno de seguridad de la Administración Federal de Aviación.
Donald Trump señaló los programas de diversidad promovidos por sus predecesores demócratas: “Les hablo esta mañana en una hora de angustia para nuestra nación”, expresó desde la Casa Blanca.
El republicano prometió una investigación exhaustiva para esclarecer las causas del hecho, pero arremetió duramente contra Obama y Biden, a quienes acusó de haber instaurado estándares de seguridad bajos.
“Yo pongo la seguridad primero. Obama, Biden y los demócratas pusieron la política en primer lugar”, agregó.