México. (AFP) – Autoridades mexicanas y peritos independientes iniciaron la exhumación de más de un centenar de cadáveres enterrados por autoridades en una fosa de Morelos, de donde habían sacado otros cuerpos no entregados a familiares, pese a que fueron reclamados.
La fiscalía anunció que fueron enterrados 116 cadáveres en esa fosa cavada el 28 de marzo de 2014 en un panteón del poblado de Tetelcingo, del municipio de Cuautla del estado de Morelos, vecino de Ciudad de México.
Pero activistas dudan de la solidez del registro oficial y presumen exhumaciones irregulares porque las autoridades solo cuentan con expedientes de investigación de 88 de los cuerpos en la fosa, conformada por dos hoyos contiguos que abarcan un área de unos 6 metros de largo por 4 de ancho y 10 de profundidad.
FAMILIAS EN LUCHA
\”Reconocemos la lucha incansable de los familiares y organizaciones de víctimas de más de 30 mil desaparecidos en este país que se hunde en la barbarie\”, dijo Alejandro Vera, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), creador de un programa de atención a personas que buscan a sus seres desaparecidos en el marco de la guerra contra el narcotráfico en México.
Otras organizaciones civiles y la ONU han estimado que en México suman al menos 20 mil los desaparecidos.
La exhumación, que podría durar cinco días en un panteón rural que carece de cercado, la iniciaron pico en mano el fiscal de Morelos, Javier Pérez, y María Concepción y Amalia Hernández, madre y tía de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, secuestrado el 23 de mayo de 2013 en Cuautla. Asisten también decenas de familiares de desaparecidos.