De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el término “cáncer infantil” generalmente se utiliza para designar distintos tipos de cáncer que pueden aparecer en los niños antes de cumplir los 15 años.
El cáncer es una de las principales causas de muerte entre los niños en todo el mundo. En Costa Rica, cada año se presentan entre 50 y 60 casos de cáncer infantil, siendo el más frecuente la leucemia.
La leucemia se origina en la médula ósea. Es el cáncer en los tejidos que forman la sangre del organismo. Según datos del Instituto Costarricense de Estadísticas y Censos la mortalidad por cáncer en niños de 0 a 12 años es de 4.87 por cada 100.
La leucemia es un cáncer con alto riesgo nutricional, el tratamiento nutricional en el cáncer es diferente de acuerdo al estado nutricional del niño. Algunos de los síntomas a los cuales deben prestar atención los padres, madres o cuidadores son:
Pérdida de peso y apetito.
Dolores de cabeza sin causa aparente.
Palidez.
Sangrados.
Fiebre.
Infecciones.
Vómitos.
Dolor de huesos, la espalda o abdomen.
Debilidad y fatiga.
Dificultad para respirar.
Aparición de algún volumen en el abdomen o cuello.
Como especialista en Nutrición Pediátrica, ofrezco algunas recomendaciones nutricionales para un niño con cáncer:
Ofrezca bocadillos y comida de menor tamaño, recuerde que el paciente con cáncer tiene menos apetito.
Permita que su hijo como sus alimentos preferidos a cualquier hora del día, por ejemplo, si las frutas son su alimento preferido déjelo comerlas cuando las pida.
Procure que el ambiente en donde reciba los alimentos su hijo sea un ambiente tranquilo y agradable.
Nunca se enoje con su hijo si no quiere comer.
Si el niño presenta náuseas o vómitos no ofrecer los alimentos favoritos.
Si el tratamiento le deja un sabor metálico a su hijo en la boca, opte por platos y cubiertos de plástico en ese proceso.
Procure incluir en las preparaciones vegetales ya que está comprobado que una dieta que incluye estos alimentos protege contra el cáncer.
Presentar los alimentos de forma atractiva.
Evitar alimentos de olor intenso.
Servir alimentos fáciles de masticar y tragar.
Dietas blandas y suaves suelen ser mejor toleradas.
Algunos hábitos de vida saludables que nos ayudan a prevenir la aparición del cáncer son:
Mantener un peso saludable. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de padecer cáncer.
Realizar actividad física.
Evitar el consumo de bebidas azucaradas. Principalmente para prevenir y controlar el aumento de peso.
Consumir por lo menos 5 porciones diarias de frutas y vegetales (400 gramos). Estudios científicos muestran que la mayoría de dietas que protegen contra el cáncer están compuestas de estos alimentos.
Procurar alimentar a su bebé con leche materna hasta los 6 meses de edad, luego incorporar alimentos complementarios adecuados. La lactancia materna protege a la madre contra el cáncer de mama y en el niño previene infecciones y lo protege contra otras enfermedades de la infancia, además refuerza el sistema inmunológico del niño.
Una buena nutrición en el niño con cáncer es fundamental para evitar malnutrición que puede agravar la enfermedad, si tiene dudas consulte con un especialista en nutrición pediátrica.
*Colegio de Profesionales en Nutrición