El Real Madrid logró este miércoles en el Metropolitano el pase a cuartos de la Liga de Campeones, tras imponerse al Atlético de Madrid en una tanda de penales (4-2) marcada por un resbalón de Julián Álvarez que invalidó el tiro que había anotado.
Ese fallo y el de Marcos Llorente condenaron al Atlético ante un Real Madrid que es el defensor del título y que solo
falló un lanzamiento, el de Lucas Vázquez.
Antes, en el tiempo reglamentario, el Atlético iba ganando 1-0 con un tempranero gol de Conor Gallagher a los 30 segundos, para equilibrar el 2-1 adverso que traía de la ida.
El Real Madrid pudo marcar en el 65’ con un penal cometido sobre Kylian Mbappé y fallado por el brasileño Vinícius (68’), que lo envió fuera.
Cuando el Metropolitano había celebrado el gol de Álvarez desde los 11 metros, el VAR lo anuló porque el argentino se resbaló y tocó dos veces el balón. En un principio, el árbitro no señaló ilegalidad alguna, pero después de que el cuarto silbatero le avisara se dio la invalidación, para desgracia de un Atlético que terminó perdiendo la tanda.
Según la norma 14, que se refiere a los lanzamientos de penalti, el futbolista deberá patear el balón siempre hacia adelante y no puede tocarlo una segunda, tras entrar en contacto con él.
Julián anotó con un gran disparo, pero quedó anulado después de que el esférico, tras ser golpeado con el pie derecho, tuviera contacto, supuestamente, con el izquierdo.
“Me parece que toca con el pie izquierdo”, afirmó Carlo Ancelotti de manera escueta.
“La pelota no se mueve ni siquiera un poquito, el VAR me imagino que lo llamó y habrá visto que la tocó, quiero creer que han visto eso”, indicó Diego Simeone.