Daca. (AFP) – Los estudiantes bangladesíes están determinados a continuar con sus protestas, que llevan 155 muertos, y exigen ahora la dimisión de la primera ministra, Sheikh Hasina.
Las protestas se dan porque el Tribunal Supremo de Bangladés suavizó el sistema de cuotas que permite a ciertos sectores acceder más fácilmente al empleo público.
Dicha situación ha generado que los hijos de los veteranos de guerra puedan obtener más fácilmente puestos en el Gobierno, lo cual ha generado una ola de disturbios. Así, el 5% de los empleos en el servicio público -y ya no el 30%- seguirán estando reservados a los hijos de veteranos de la guerra de independencia, y el 2% a otras categorías. El 93% restante de los puestos se decidiría por mérito, dictaminó el tribunal.
Los soldados han sido desplegados en las ciudades ante la incapacidad de la policía antidisturbios de restablecer el orden, y la conexión a Internet se encuentra limitada desde el jueves, lo que restringe el flujo de información al exterior.
El principal grupo estudiantil, “Students Against Discrimination”, afirmó sin embargo que las protestas no se detendrán “hasta que el Gobierno tome una decisión que tenga en cuenta nuestras reivindicaciones”.
La policía detuvo a varios miembros del partido nacionalista de Bangladés (BNP), la primera formación de la oposición, y de Students Against Discrimination.
“Ya no se trata de los derechos de los estudiantes. Nuestra exigencia ahora es un punto, y es la dimisión del gobierno”, declaró el empresario Hasibul Sheikh, de 24 años.
Según los críticos, el sistema también es una manera de colocar a personas afines a la primera ministra en los empleos públicos. Los opositores acusaron además al Ejecutivo de influir en el poder judicial, aunque Hasina sugirió esta semana que el tribunal emitiría un fallo favorable a las demandas estudiantiles.
Sheikh Hasina, de 76 años, dirige el país desde 2009 y ganó sus cuartas elecciones consecutivas en enero, en unos comicios en los que no hubo oposición real.