La Municipalidad de Santa Bárbara ha inaugurado oficialmente el Puente del Paso Rincón, una obra estratégica ubicada en el límite entre los distritos de San Juan y San Pedro, a un costado del Centro Educativo New Hope.
Con una inversión de ₡182.260.765, este proyecto marca un antes y un después en la conectividad, seguridad y resiliencia ante las inundaciones en la zona.
El nuevo paso eleva la sección hidráulica hasta ocho veces más que la estructura anterior, lo que garantiza un mejor desalojo de las aguas pluviales y evitará los constantes encharcamientos que por años afectaron a las comunidades aledañas.
Además de prevenir las inundaciones históricas, la infraestructura incluye aceras accesibles en ambos lados, un sistema de drenaje completamente mejorado y dos cámaras de vigilancia que también servirán para monitorear el paso de fauna.
Víctor Hidalgo, alcalde de Santa Bárbara, expresó su satisfacción durante la inauguración:
“Hoy es un día muy grandioso, muy importante. Mucha festividad para este sector. Esta es una calle conectora que unifica a San Pedro y San Juan, una vía que catalogamos como clase A por su importancia para el desahogo vial. Aquí sufríamos constantes inundaciones por un sistema antiguo y deficiente. Esta nueva infraestructura viene a solucionar un gran problema y a planificar el crecimiento de nuestra población”.
La ejecución de la obra, que tomó aproximadamente cinco meses, incluyó la construcción de un canal diagonal adaptado al cauce natural de la quebrada, cumpliendo con toda la normativa vigente. Esta inversión no solo mejora la movilidad y la seguridad, sino que también protege la vida y los bienes de las personas que históricamente se han visto afectadas por las lluvias intensas.
El Puente del Paso Rincón es un ejemplo del impacto positivo de una planificación municipal eficiente, pensada en el bienestar colectivo y la sostenibilidad.
Forma parte del Programa de Construcción y Renovación de Infraestructura Vial, impulsado por la Municipalidad de Santa Bárbara, el cual busca anticiparse a las necesidades de una población en crecimiento.
La obra demuestra cómo la planificación, la inversión responsable y la ejecución eficiente pueden transformar realidades y garantizar un entorno más seguro, funcional y digno para las presentes y futuras generaciones.